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-Hola ¿como te llamas?-Decía un Jotaro anestesiado y recostado en una camilla.

-K-kakyoin...¿Y tú?-Respondía con timidez un chico depresivo.

A lo lejos de la ciudad, cerca del campo, un gran hospital mental se encontraba ahí, un hospital gentil y amable, niños, adolescentes y adultos estaban ahí.

Dos adolescentes se encontraban por culpa de sus decisiones, uno por drogas y otra por depresión, la desgracia los llevo a conocerse entre sí y entablar una amistad, una hermosa y inocente amistad. Una amistad tan inocente de dos pequeños enfermos.

-Soy Jotaro pero todos me dicen Jojo..supongo que puedes llamarme así-Miraba el techo entre cerrando sus ojos.

-Ya veo...-

Un silencio reinaba el lugar, ambos no eran muy sociables.

-Uhmmm ¿Como llegaste acá?-Preguntaba curioso, quería saber más de su compañero de cuarto.

-U-uhmm...yo...yo estoy acá porque...porque...porque intente matarme-Le daba un poco de miedo y nerviosismo cuando tenía que hablar de sus problemas.

-Oh ya...-Miraba el chico con pena y tristeza, hasta compraba su adicción con el problema del chico.

Kujo Jotaro era un joven delincuente, la falta de una imagen paterna cayó en el bajo mundo de la delincuencia, de eso, llego la experimentación de drogas. No es solo eso, un día, Jotaro colapso por tantas drogas en sus venas y cuerpo, la pobre madre amorosa de Jojo, no tuvo más que otra que dejarlo ahí, todo sin que su marido sepa de lo que estaba pasando.

En cambio, Kakyoin era otro joven de la misma edad de Kujo, pero desde muy pequeño sufrío acoso y de eso, derribo una terrible depresión y una angustiosa ansiedad. Pero no estaba ahí solo por eso, unos varios intentos de suicidio, obligó a los papás de Noriaki internarlo.

Había algo que los unía, el sufrimiento y el amor, ambos sufrieron y ambos le faltaba algo esencial.
Los dos tenían algo en especial y lo sabían, ambos sabían que habían sufrido.

-Oye, yo se que nos conocemos hace unos minutos pero...¿Te gustaría comer conmigo en la cafetería?-Decía con leve rubor en sus mejillas, pese a que Jotaro tiene una pinta de chico malo, es alguien reservado y un tanto nervioso/tímido con las personas.

-O-oh em...g-gracias pero quiero estar acá...-Respondió tapando un poco su rostro.

-Mmm...si quieres puedo traerte el almuerzo acá-

-No tengo hambre-

El moreno aún no estaba satisfecho así que acerco su rostro y saco las delgadas manos del chico para ver su rostro con detalle, en pelirrojo lo miró sorprendido y levemente ruborizado.
Kujo podía ver el pequeño rostro lastimado del joven Nori, sus labios dulces pero secos, sus hermosos ojos lilas y sus largas pestañas pero con terribles ojeras, pequeñas pecas se mostraba en su nariz y cachetes, pero su nariz siempre estaba medio roja por llorar.

𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🐬 𝒌𝒖𝒋𝒐 𝒚 𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🍒 𝑵𝒐𝒓𝒊𝒂𝒌𝒊 (𝙹𝚘𝚝𝚊𝚔𝚊𝚔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora