𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🐬 𝒌𝒖𝒋𝒐 𝒚 𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🍒 𝑵𝒐𝒓𝒊𝒂𝒌𝒊 (𝙹𝚘𝚝𝚊𝚔𝚊𝚔)

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Historia inspirada en la película "CandyMan"

En un viejo departamento, en el sur y con el viento más frío del año, ya se el dulce dolor de un viejo fantasma, un dolor que ha existido desde el comienzo. Pero esta historia no puede comenzar sin ninguna leyenda

La hermosa y dolorosa historia que existía desde hace más de un siglo.

Un joven perdidamente enamorado, Jotaro Robiltalie, venía de una clase baja pero su humilde padre le ofreció la mejor educación, desde pequeño había trabajado y esta vez, a los 19, empezó a trabajar como pintor, todos los ricos lo acababan por su trabajo y el talento desde lo más humilde.

La hermosa y millonaria familia Kakyoin, había llamado a este joven para un retrato de su hermoso y único hijo. La pintura iba ser entregada a una gran suma de dinero.

El lienzo era pintado por los colores más rojizos, el rojo más fuerte que pudiese existir, tan brillante como la sangre misma.
Los ojos azules cruzaban con los precioso ojos violetas, poco a poco sus corazones se unían y se formaban en uno, lentamente en ellos dos se despertaban un hermoso sentimiento prohibido.
Ambas familias se enteraron de este amorío, el corazón de Jotaro fue reprimido a las penumbras pero no pudo, aquello eran tan fuerte que lo llevó a la perdición. Un final tan horrible que lo llevaría a la venganza.

La gente del pueblo que no aceptaba ese amor persiguió aquel chico con la peor intención.

El pobre chico había sido inmovilizado con golpes fuertes en sus piernas, su cuerpo estaba llenos de moretones por los golpes y patadas, los gritos de dolor eran ignorados por los pueblerinos. Un viejo granjero sacó una cuchilla oxidada, lentamente y sin piedad, le sacaban la mano al pobre chico, sus gritos se convirtieron el agonía, las lagrimas y el dolor eran impresionantes pero todo aquello era ignorado.
El padre de la iglesia llenaba de miel al pobre chico, un niño rompió el panal de abejas que había traído, las abejas picaron hasta la agonía a Jotaro.

La gente del pueblo dejaron al chico muriéndose de la agonía, lo que no sabían es que el amante del chico estaba entre la gante admirando toda la horrible tortura sin hacer nada. Estaba en shock.
Los ojos que admirados con amor estaban llenos de lagrimas, lagrimas de dolor y tristeza, sentía como su corazón se rompía y dejaba de latir.

Aquellos labios que había besado ahora estaban hinchados y con millones de abejas, aquellas hermosas manos que lo acarician ahora una de ellas se lo habían sacado con tanta frialdad.
Su corazón, sus ojos ya ni tenían alma, ya no tenían nada, se sentía vacío. El pobre chico murió de la tristeza.