MARCA DE FAMILIA III

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El kahuna, estaba parado en el arco tropical donde se llevaría a cabo el enlace formal de Steven y Daniel.

Sólo había un detalle, los novios no aparecían por ningún lado y ambas familias y amigos se empezaban a preocupar. Chin volvió a marcar a Steve, pero mandaba directo a buzón.

Stella venía corriendo con Danny tras ella, su tan pulcro traje de novio hawaiano arrugado y su cabello peinado delicadamente por sus hermanas deshecho.

— ¿Dónde estabas?— Matt preguntó— ¿Qué mierda...? ¿Daniel? ¿Eso es semen?

— ¡Cállate, capitán obvio!

Las risillas de Kono y sus hermanas, lo apenaron, la mirada reprobadora de su madre y suegra no ayudaban, mucho menos, Steve, que venía caminando perezosamente vistiendo únicamente el pantalón de lino fino blanco y un talismán al cuello.

Una hora antes

Danny estaba sufriendo.

No. Sus hermanas lo estaban matando.

Danny, cariño, quédate quieto— Bridget terminó de coser la guirnalda de flores.

¿Quiero orinar?— el omega de cinco meses, llevaba horas queriendo liberarse, pero sus hermanas no entendían su dolor.

Daniel, debiste decirnos antes de cerrar el traje— Stella tomó goma y embadurno el rizado cabello del omega— espero que con esto, este enjambre tuyo se aplaque.

Por otro lado Steve esperaba que su hermana y madre terminaran de arreglar su guirnalda.

Voy al baño, las veo en la playa— el alfa salió de la habitación y entró al baño, justo cuando Danny salía — ¡Hola hermoso! ¿Cómo te llamas?— el alfa sonrió, su pecho henchido de orgullo, su hermosa hija estaba ahí dentro de su pareja.

¿Tienes que ayudarme?— entró en su papel de novio fugitivo el omega— me quieren casar a la fuerza con el líder de la aldea, pero estoy en cinta, mi hijo es de un blanco, un yanqui, que murió en servicio.

La pareja escucho ruidos y se encerraron en el armario. Mary y Stella buscaban a sus respectivos hermanos.

Diablos— escucharon maldecir a Mary

Iré por la parte de atrás, no pueden ir lejos, Daniel es lento con esos quince kilos demás que lleva encima.

El omega gruñó. Steve al omega de la barbilla y lo besó.

Te voy ayudar, pero no será gratis— dijo con una mirada maliciosa.

No tengo dinero— suplicó el omega.

Pero, tienes un buen culo ahí atrás— Danny se tensó.

No dejaré que dañes a mi bebé.

No te preocupes, te haré sentir bien— besó de nuevo al omega y chupó la rosada lengua— ¡Chupa!— ordenó.

El embarazado omega se dejó caer sobre sus rodillas, con manos temblorosas bajo el elástico del pantalón, ¡Santa virgen de la papaya! El hombre iba a comando y su pene era muy dotado.

El alfa abofeteó al omega, para después tomar su engomado cabello y despeinarlo, forzó su cabeza hacia atrás, tomo su falo y volvió a bofetear la cara del rubio, ahora con la suave carne.

¡Abre!— rugió, el omega tembló.

El rubio dio un beso el glande, jugando con la hendidura, empezó lamiendo de arriba abajo, lamió los pesados testículos, su mirada febril en los ojos de su captor, engullo el enorme falo hasta la raíz, los húmedos sonidos enloquecían al alfa, quien apoyo la cabeza en la pared y cerró los ojos para disfrutar.

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