𝟎𝟎𝟒

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Cuatro de la mañana y Doyoung se preguntaba qué mierda hacía sentando en la comisaría, esperando a que su hombre dejase de hablar con aquél morro pelirrojo sacado de un anime que lo llamó.

Esperaba al menos ser bien recibido.

Pero quién es bien recibido cuando al llegar, comienza a fingir gemidos.

Su pequeño amigo debía de estar preocupado, porque lo dejó tirado en medio de los arbustos y, para el colmo, con gorrita, gafas y un lunar falso arriba cerca de la comisura labial.

Así todo un brayan.

Tenía planeado fingir que Jisung le robaba, pero al ver el cuello libre del policía no pudo contenerse y saltó a morderlo como todo un salvaje.

Pero bueno, ese ahora no es el caso. El caso es que ya tenía la mitad del culo entumecido por estar tanto tiempo sentado.

Seo salió cabizbajo de la oficina del oficial Nakomoto y se sentó en una silla, alejado de Kim.

El pelirrojo miraba a Doyoung como si estuviera por matarlo, y eso le ponía demasiado incómodo.

¿Qué tenía de malo lo que hacía? Él solo quería estar con su amado policeman y futuro esposo.

—Kim Doyoung... —le llamó el oficial pelirrojo.—ya debe de saber el porqué usted está aquí ¿No es así? —continuó con el entrecejo fruncido.

—No, no lo sé, recuérdemelo por favor. —contestó con una divertida sonrisa.

—Esta bien. —el oficial suspiró— trató de besar a un policía, manoseó sus partes y su trasero, soltó comentarios subidos de tono... gimió el nombre del oficial Seo desde la ventanilla, dentro del vehículo, ¿Sabes que ésto no puede hacerse?

—No, no lo sabía.

—Es una falta total de respeto, deberá estar encerrado hasta que se cumpla la multa.

—¿Cuántos días? Y... ¿Quién vigila? —preguntó Doyoung, no es la primera vez que lo arrestan por cosas tontas y ya sabía las estrategias de Nakamoto, pero quería ver si lo que estaba pensando, era lo correcto.

—Una semana entera, el Lunes a la mañana podrá retirarse, y el oficial Seo estará a cargó de las celdas.

Bingo.
Justo lo que quería.

—Uf, con ese Papito rico vigilandome, déjeme ahí una eternidad. —dijó el esposado mientras se mordía el labio.

Seo, quien estaba escuchando y observando todo desde una esquina, bajó la mirada mientras sus compañeros de trabajo soltaban silbidos y le codeaban para burlarse.

—Sigamos...—el pelirrojo aclaro su garganta.—mordió el cuello de... ¿Cómo es que hizo eso? Cacheteó y robó un mechón de pelo del oficial Seo... Cuando lo pusieron contra el vehículo para esposarlo, simuló gemidos. Dios, Kim, ésto es mucho. —se quejó mientras rompía la lista que anteriormente Seo le había pasado.— un semana y media, con la suma de $150, ¿Por qué se las agarra con Seo?

—Mucho mejor.—Kim volvió a sonreír.— ¿Es que acaso no ve ese cuerpo de macho de actor porno que tiene? Mhm~

—Llévenselo antes de que se ponga a gemir aquí.—ordenó el oficial Nakamoto.

Los policías que tenían por los hombros al jóven, lo llevaron a la celda que le correspondía.

Kim, antes de salir, le guiñó el ojo a Seo, el oficial no supo cómo reaccionar a eso.

Todo hasta que un "¡Papito, te espero en mi celda!" de escuchó desde los pasillos.

—Jefe, ¿Por qué me dejó a cargo de las celdas? —Seo habló mientras hacía un pequeño puchero.
A veces el corazón del oficial Nakamoto se derretía con gestos  como esos, en espacial si venían de YoungHo.

—Kim debería de controlarse si es que quiere salir.

Sin embargo, esta vez no fue así.

—P-pero...

—YoungHo, está semana vigilas la celda de Kim, y es una orden.

—Jefe, no puedo, ¿acaso no vió de lo bestia que puede llegar a ser ese enano? ¿!Y si me hace cosas raras!?

—YoungHo, cálmate. Sabes que para que las personas salgan de aquí, deben aprender a controlarse, siempre ha sido así, ¿y qué mejor manera de ponerte a ti cómo vigilante con un uniforme sin mangas? No creo que seas tan estúpido como para meterte en la celda de Kim y darle tu culo.

—Yuta... No quiero —lloriqueó el castaño.

—No quieres, pero lo harás por que debes. —empujó al más alto hacia la puerta de la pequeña oficina y lo sacó.—No se habla más del tema.

—Jefe...

—Buena suerte, comisario. —interrumpió Nakamoto y le cerró la puerta en la cara.

Seo suspiró cansado y bajó su mirada.

¿En serio?, ¿Un papelito doblado?

Lo tomó y abrió para ver lo que decía.

¿Necesitas condones o prefieres morirte por contraer SIDA, maricón? La celda de la frutilla es la última a la izquierda. No te duermas cerca de ahí, creo que la puerta está defectuosa.

Atte: Osaka Prince, bitch ( ꈍᴗꈍ)

𝕤𝕖𝕠 𝕡𝕠𝕝𝕚𝕔𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora