Ya había llegado la noche.
YoungHo y Doyoung habían estado conversando todo el día luego de haber terminado de comer con todo el grupo.
Doyoung hacía cada pregunta... Y algunas de ellas fueron “¿Por qué no trabajas como los demás y estás al lado mío?” o “¿Eres virgen? ”
A lo que YoungHo le respondía con lo justo y necesario; “Éste es mi trabajo por ahora.” , “No.”
Tontas preguntas y algunos juegos dentro de la celda les hizo perder todo el tiempo para hacer cosas más productivas, pero de todas formas, ambos estaban cómodos con la compañía del otro, haciendo bromas sin sentido y caras extremadamente raras que daban mucha gracia. En especial las caras raras que hacía Seo.
Pero no contaban con que el Jefe Nakamoto estuviera viniendo hacia ellos.
Y que ahora se encontraba viéndolos muy amigables dentro de la celda.
Digamos que el hábito de lanzar personas de YoungHo no desapareció, ya el pelirnegro estaba en el suelo por culpa del empuje.
Obvio, Doyoung ya estaba planeando su venganza.
—Seo... Kim, los necesito a ambos en mi oficina, hagan lo que tengan que hacer y muévanse rápido.—habló el Jefe.
Y bueno, no quedaba más que obedecer al pelirrojo pa' que no se amargue.
Ahora, justo ahora, Kim se estaba volviendo loco.
Le han llamado junto con su macho y en la oficina se encontraban todos.
Con ese todos se habla de Taeil y DongHyuck. Sí.
Y detrás del pelinegro andaba Lucas, otro de los policías que al parecer anda hablando con su pareja, pues se escuchaban cosas como “Junguwu te juro que yo no dejé eso ahí”
Pero bueno, ahora eso no era el tema.
El tema era que Nakamoto salía de una puertita que tenía su oficina con papeles en mano, sonriéndole al pelinegro.
Pero no, no era una sonrisa normal.Era una sonrisa de un ser malvado, que despiadadamente realizó un plan macabro y ahora acabaría con todos.
—¡Felicidades, puedes ir a hacer tus porquerías! Ya estás libre, pequeño Doyoung. —dijo Yoongi mientras le daba fuertes palmadas en la espalda.
Seo, por su parte, se entristeció demasiado con tan sólo escuchar aquella frase.
Pero trató de ocultar su tristeza con una sonrisa, con todas sus fuerzas.
A la par, se encontraba Taeil, quien lo miraba confundido y divertido por aquella expresión tan rara.—Gracias, Yutaaa.— Agradeció Kim, realizando una pequeña reverencia.
—Seo, necesito que lleves a Doyoung a su casa... Está a pocas cuadras, su madre me lo pidió, además, ya termina tu turno.
Sin decir nada, YoungHo se levantó, y sacó al pelinegro de la oficina, agarrándolo duramente de la muñeca.
—Yuta, ¿No te parece demasiado tratar de hacer que Seo se encariñe con Doyoung? —preguntó DongHyuck una vez que se aseguró de que los mencionados no estuvieran cerca.
—Ese niño anda de amargado desde la última vez, ni siquiera se junta con amigos o va a buscarse a alguien.—respondió el pelirrojo.
—Bueno, lo has dejado cagado. —volvió a hablar DongHyuck, dejando al pelirrojo un poco pensativo antes de volver a responder.
—Calla, no funcionaba... Pero te apuesto a que esos dos van a terminar juntos... No, de una u otra manera iban a terminar así. —respondió el Jefe, finalmente.
—Como digas, Yuta Hyung.—DongHyuck le sonrió.
La mayoría de las veces, Nakamoto tenía toda la razón. Y esta tal vez no era la excepción.
—Llegamos.—anunció YoungHo, mirando a Doyoung, esperando a que este saliera del vehículo.
Pero Doyoung tenía otros planeas.—¿Acaso te has olvidado? —preguntó el pelinegro, sonriéndole con amplitud.
YoungHo no entendía, pues tenía todo en su lugar.—Creo que no he olvidado nada...
—Me has prometido una cosa,YoungHo.
—le recordó el más bajo.
“Maldición” pensó el castaño.
—O-Oh eso... ¿Te parece mañana en la noche?—preguntó el mayor con notable nerviosismo.
Doyoung sólo le veía con diversión, tratando de no soltar una carcajada.
—Me parece que, salgas del auto... me abras la puerta, y me des mi cita.—contestó Doyoung.
YoungHo tragó en seco y esperó unos minutos antes de salir del carro para abrir la puerta del copiloto.
Doyoung le miró con una ceja enarcada cuando el oficial le hizo señas para que bajara.
—Dame la mano, como un príncipe.—ordenó.
YoungHo le entrecerró los ojos antes de extenderle la mano.
Estaba perdiendo tiempo con el pelirnegro aquél.Doyoung tomó la mano del oficial, y salió del vehículo, cerrando la puerta.
—Llévame a la puerta.—ordenó nuevamente, a lo que YoungHo Jeongguk obedeció sin rechistar.
YoungHo mentiría si dijera que no estaba molesto por el comportamiento que decidió tener el pelinegri justo ahora.
Pero todo ese enojo se esfumó cuando Doyoung–ya estando frente a la puerta de su hogar– depositó un pequeño beso en sus labios.Casi se le escapó todo el aire de los pulmones.
—Entra conmigo... quédate aunque sea unos minutos. —susurró el más bajo.
Y no pudo hacer nada más que obedecer nuevamente.
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𝕤𝕖𝕠 𝕡𝕠𝕝𝕚𝕔𝕖
Fanfiction╰►𝐩𝐚𝐩𝐚𝐬𝐢𝐭𝐨 𝐫𝐢𝐜𝐨, 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐮 𝐦𝐚𝐜𝐚𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐧𝐚𝐥𝐠𝐚𝐬.𝓼ੈ♡ ༄ ‧₊capítulos cortos. ༄ ‧₊humor. ༄ ‧₊adaptación: está historia no me me pertenece a mí, todos los créditos y derechos a la autora original @kookaracha.