Luego de todo el lío de la mañana, YoungHo y Doyoung habían decidido volver a la celda para descansar un rato más.
El único problema era que Doyoung había optado por cambiar de posición a una realmente incómoda para el más alto.
Los brazos de YoungHo dolían al igual que sus piernas y sus ojos estaban humedecidos por aguantar ese espantoso hormigueo en sus extremidades. No podía moverse.
Doyoung se acomodaba a cada minuto, le usaba como un gran oso de peluche en el cual se podía descansar.
Pero Seo no era un peluche –por más que Doyoung lo deseara–, podía sentir inclusive el dolor.
Pasaron unos cuantos minutos más y una fuerte campana resonó por todo el lugar.
Era la campana que anunciaba la hora del almuerzo.Y Doyoung se había despertado, fantástico.
—¿Que mierda es lo que está sonando a esta hora?—preguntó con un notable enojo.
El pelinegro se levantó de las piernas del oficial para salir de la celda y averiguar qué carajos había sido eso. Y YoungHo le agradecía a la campana, que fue la salvación de sus preciosas piernas.
—Significa que yo debo ir a comer, mientras que tú te quedas aquí sin hacer nada... nada malo. —aclaró el castaño.
Doyoung simplemente le sonrió al ver que Taeil estaba dirigiéndose a donde se encontraban junto con DongHyuck.Ya verás si me quedo aquí fue lo que pensó el culón.
—¿Estás listo, nene? —preguntó Taeil al llegar mientras se aferraba al brazo de Doyoung.
YongHo sólo miraba desde la banca, todo confundido.
Hasta que de nuevo le cayó la ficha.
—¡Hey, Young! —saludó DongHyuck, que estaba parado como animal obediente al lado de su mayor. —¿Por qué esa cara?
Sin embargo, YoungHo no respondió a la pregunta. Lo hizo Doyoung.—Es que está tan emocionado de comer conmigo, así como se enoja por cosas pequeñas, se emociona por pendejadas.
—Bueno, nos vemos allá. Hyuckie y yo debemos preparar las cosas y ya los presos están saliendo.
—Adiós Taeil hyung.—saludó Kim.
—Adiós bebo, YongHo te mostrará a dónde hay que ir.
Se dieron dos besitos en ambas mejillas y el mayor se fue junto con Hyuck al patio, dejándolos solos a los menores.
—YoungHo, levántate. —ordenó el pelinegro.
—No puedo...—lloriqueó el oficial.—no siento las piernas.
—Párate carajo, sin excusas. ¿Donde las compras? ¿En internet? —habló Kim mientras jalaba el brazo de YoungHo.
Se dio cuenta que Seo hablaba en serio cuando lo vio estamparse en el suelo.
Todos los presos en el patio estaban ubicados en largas mesas de madera.
Doyoung agradecía ser el único que se amigó con los policías, no quería estar con aquella bola de idiotas que pensaron que robar era un futuro –aunque él prácticamente está acusado de violación–
Escaneó toda la sala hasta que encontró la pequeña mesa en la que se encontraban todos los policías y alguno que otro ayudante.
Taeil no tardó en levantarse y saludar, con una cara de confundido al no poder procesar lo que estaba viendo.
Doyoung solo sonrió y siguió arrastrando el cuerpo de YoungHo por la sala, haciéndolo chocar con las patas de algunas mesas, hasta que llegaron a donde se dirigían.
Nakamoto, el Jefe, se quedó en silencio, analizando toda la situación y de un momento a otro su cara cambió totalmente.
A una mezcla de sorprendido, divertido, y otras cosas que quién sabe qué.
—¡JA! ¡Te la metieron! —canturreó el Jefe de policía.
YoungHo se quedó calladito, haciendo únicamente muecas de disgusto. Burlándose de sus ocurrencias.
—Y bien rico parece.—habló Minseok uno de los oficiales, quien se encontraba al lado de DongHyuck.
Já, pobres ilusos.
Si tan sólo supieran que el que la mete es él.
—Siéntense que ya viene la comida.—avisó DongHyuck.
Doyoung ubicó a YoungHo en una de las sillas vacías y se sentó arriba suyo.
Otra vez.
YoungHo estaba pensando ya seriamente en cortarse las piernas
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𝕤𝕖𝕠 𝕡𝕠𝕝𝕚𝕔𝕖
Fanfiction╰►𝐩𝐚𝐩𝐚𝐬𝐢𝐭𝐨 𝐫𝐢𝐜𝐨, 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐮 𝐦𝐚𝐜𝐚𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐧𝐚𝐥𝐠𝐚𝐬.𝓼ੈ♡ ༄ ‧₊capítulos cortos. ༄ ‧₊humor. ༄ ‧₊adaptación: está historia no me me pertenece a mí, todos los créditos y derechos a la autora original @kookaracha.