En ese momento sentí que todo se iba a la mierda, todo lo que había construido, alguien lo derribaba con sus propias manos.Me costaba respirar, salí del lavabo, me detuve. Sé lo que necesitaba en ese momento. Fui hasta la habitación de mi hermano, era una de las habitaciones más grandes de la casa. Abrí sin pensarlo ni un segundo la puerta de su habitación.
Me la quedé observando, ¿donde podría guardar los cigarros? No solía fumar, pero en ocasiones de extremo, como esta, si.
Busqué en su mesita de noche y no había nada, miré en el armario, pero solo había ropa. Fui hasta su mochila de clase, abrí el bolsillo pequeño y... ¡Eureka! una cajetilla, le cogí uno y intente dejar todo aquello como lo había encontrado. Baje corriendo a la cocina y cogí uno de los tantos mecheros de mi padre, no es que fume, pero es el que cocina en casa.
Volví a mi cuarto y cerré la puerta.
-¡Aleluya!- apoyada en la puerta me di cuenta que podría conseguir todo si me lo proponía.
Abrí la ventana y me encendí el cigarrillo, me da igual que olieran el humo a tabaco, supongo que en unos días mi abuela ya tendría mi custodia. **Beep-Beep**
Recibí un mensaje de un número desconocido, lo abrí mientras fumaba la mitad del cigarro.
-ciao, buon pomeriggio, come stai?
No entendía el mensaje, no que no entendiera lo que decía. Pero solo la familia de mi madre sabía italiano, y eso lo resolvió todo. ¿Sería algún familiar de mi madre?
-Bene, grazie. Perdone pero no se quien es usted, ¿es alguien de la familia de mi madre?
Tiré el móvil encima de mi cama y me acabé de fumarme el cigarro. Lo tiré por la ventana, después de apágarlo completamente.
Cerré los ojos y crucé los brazos, este era un momento en los que no sabía que hacer. ¿Cómo sería el pueblo de la abuela? **Beep-Beep**
Me llegó otro mensaje, recogí mi móvil de la cama.
- Ragazza mia, soy tu abuela, es que ni siquiera tienes mi número de teléfono!!!
-Nonna, perdone, es que no sabía que tenias teléfono si no se lo hubiera pedido a papá.
- Tú padre últimamente anda muy despistado, tendré que echarle las cartas... Bueno al tema, este fin de semana te vienes vivir a Blacklake, que es donde siempre he vivido y no pienso mudarme.
-¿Este fin de semana? Pero si mi padre no me ha dicho nada.- le contesté sorprendida.
En ese momento la abuela comenzó a llamarme y le conteste.
**Ragazza, tu padre esta muy despistado ni siquiera me a pasado tu numero de teléfono, incluso ni te a comprado los billetes de bus.
-¿Nonna, que es eso de que mi padre no te ha dado mi número de teléfono?- estaba confundida, si mi padre no le dio mi número, ¿quien se lo habría dado?
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Darkness in Blacklake
NezařaditelnéUn pequeño pueblo lleno de fantasía, donde todo es posible y donde todos ocultan secretos. Y donde la protagonista se enamora, eso es obvio, acompáñame en esta aventura