Estaremos siempre juntos(Sally)

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-¡Por fin encontre a mi papi!- No paraba de saltar y gritar a los cuatro vientos que por fin había encontrado una familia. Puede que aquel hombre tan delgado y tan... en fin, su figura tan fría y sola, no me diera la calidez de una familia de verdad, pero, no iba a exigir más de lo que el señor me podía dar. Me cogió de la mano. Sentí sus frías manos, sus dedos largos y arrugados... me daba cosa de solo pensarlo, pero estaba tan contenta por haber encontrado después de tantos años a alguien que me acogiera y me hiciera formar parte de su vida.

-¿Papá podemos ir a casa? Tengo frío y me caigo de sue...- Me quede dormida apoyandome en su brazo. Sentí como me cogía y me llevaba es sus delgados brazos, cuando desperté estaba en una cama.

-Mmm... Do...¿Dón-de estoy?¿Papi?- Me levanté de la cama para buscar a mi padre. Ví con más atención el lugar donde me encontraba, era una pequeña cabaña muy acogedora y cálida, pero parecía que llevaba bastantes años deshabitada, puesto que había bastante polvo, y en las esquinas donde se juntaban las paredes, solía haber telarañas. Me asomé por una de las ventanas y lo ví. Estaba de espaldas mirando el bosque, se le notaba tranquilo. En ese momento se giró y me miró por la ventana, me entró un ligero dolor de cabeza y se me nubló un poco la vista, pero en cuanto se me pasó, salí por la puerta para darle un abrazo y el me recibio con los brazos abiertos. Cuando levante la cabeza, ví que tenía en la mano una pequeña margarita, que me colocó en el pelo cuidadosamente para que no se me cayera. Le sonreí y volví a entrar en la cabaña. Ví que en la mesa del comedor estaba mi cuchillo y un bollito de crema, al lado de ellas había una nota;

-"Se que habría sido más fácil que te hubiera dicho que te lavé el cuchillo y que te dejé algo rico para desayunar, pero como no tengo boca no te lo pude decir, espero que te guste :)"- Solté una pequeña risita y empecé a comer el bollito con un zumito que había en la nevera. Después de acabar el desayuno, miré por la ventana para ver si seguía papi afuera, pero no estaba. Salí a buscarlo, y ví a lo lejos del profundo bosque, una figura muy alta, así que supuse que era el. Cogí mi cuchillo y me fuí corriendo hacía donde supuestamente estaba él. Me acercaba cada vez más a la figura, efectivamente parecía que era él, cuando de repente me paré en seco. Ví a un hombre tirado en el suelo, con un enorme hueco en el abdomen rodeado de un charco de sangre. Al lado suya estaba mi papi, que tenía manchado uno de sus tentáculos que le salía por detrás, y su traje estaba salpicado, las dos zonas, de la sangre de aquel señor tendido en el suelo.

-Pa-papi, ¿Qué te ha hecho ese señor?¿Estás bien?- Le pregunte tensa cogiendo el cuchillo cada vez más fuerte. Le miré a la cara y, puede que os parezca una locura, pero en su cara sin apariencia, podía notar una expresión de tristeza. Sin pensarmelo le abrazé muy fuerte y le dije sin soltarlo:

-Tranquilo papi, no estes triste, yo nunca te abandonaré y esta-estaremos siempre juntos.- Le terminaba de decir mientras le guiñaba un ojo.

Sally y Slenderman, una vida juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora