La historia de amor imperfecta

Desastre con patas.

Era jueves por la noche al día siguiente mi mejor amigo iba a tener una cita con su amor platónico por así decir, y yo estaba mas nerviosa que nunca. No era mi cita, solo iba a estar con Jordi para seguirles y que todo vaya bien, nada más. Pero claro con lo testaruda que solía ser no habia manera de tranquilizarme, solo podía hablarlo con ella.

*Llamando por móvil a las 01:30*

-Si..?

-SELENA!

-Que quieres? Estoy durmiendo no tienes mejor momento para molestar..?

-Si, bueno.. es algo complicado.

-Cuenta ya que si no me duermo..

Cierto, no hable aún sobre Selena, ella era mi amiga ya desde hace casi cinco años. Estudiamos juntas en la E.S.O. pero en el último año se tuvo que transferir a otro porque sus padres habían decidido mudarse más al centro. Era aquella persona que me conocía mas que yo misma. Aunque en la mayoría de las veces se volvía una cabezota era mi amiga así que la aguantaba y la sigo aguantando hasta el día de hoy. Era bajita de pelo largo y algo pelirroja con unos ojos marrones miel. Desde que se había cambiado solo nos veíamos algún finde pero en lo que llevavamos de curso no nos habíamos visto mas de tres veces, así que esa noche la conté todo sobre mi estupido compañero.

-Con que te gusta ese compañero tanto eeh..

-Te confundes Selena, no me gusta sólo me pone muy nerviosa tener que estar con él.

-Por lo que me has contado ya has estado más veces.

-Bueno si pero es diferente.

-Nada nada, se tu misma y dejame dormir que mañana tengo examen. Si quieres quedamos el domingo y me cuentas que tal y que sepas que yo también tengo que contarte sobre Daniel.

-Venga.. vale, mucha suerte en el examen. Daniel? El chico ese que toca en una banda? Que paso con el esta vez?

-Ya te contare el domingo. Alé.-Y me colgó sin dar mas explicaciones y como siempre tan tierna de despedirse con un triste "ale" esta chica no tiene remedio.

La verdad la echaba de menos tenerla en clase y reírnos de todos aquellos a los que no aguantabamos ni mirar. Desde siempre teníamos nuestro propio estilo eramos diferentes ya que nos daba igual la opinión de los demás.

El viernes había llegado, y eran las cuatro y yo ya estaba lista. No sabia si quedarme en casa o salir y esperar alli, pero seguro ese estupido iba a llegar tarde. Al final salí media hora antes por culpa de los nervios. Me senté lo mas lejos posible de la entrada del cine pero en un banco desde donde se veia bien mi objetivo.

Falta media hora para las cinco y seguro este llegara tarde me da tiempo a llamar a Selena.- Fue lo peor que podía haber decidido en dieciséis años.

*Llamando*

-Qué Mady ya saliste?

-Si y acabo de llegar y sigo muy nerviosa así que no dude en llamarte de seguro no estas haciendo nada mejor.

-Pero tu que te crees, que yo no tengo vida?

-Bueno... sabiendo lo antisocial que eres..

-Tss.. y ya llego tu apuesto caballero?

-Si con eso te refieres a ese imbécil, pues no. De seguro llegara media hora tarde si es que llega.

-No seas tan dura.. dime la verdad de él.

-Es un idiota.. pero un idiota con ojos bonitos, y a veces detallista, y puede que un poquito guapo, y además esa sonrisa de estupido es.. perfecta.

-Me imaginaba, jaja.- Fue lo último que escuche de Selena, mientras me lo decía sentí la respiración de alguien detrás mio justo en mi nuca.

-Por esa descripción, parece ser que te has enamorado de mi.- Me dijo Jordi sonriendo.

Me asuste tanto de lo que pensaria el justo al escuchar todo eso que lo único que se me ocurrió hacer es salir corriendo hacia mi casa. Estaba tan avergonzada que pensaba encerrarme en mi habitación para toda la vida y salir solo hasta la cocina y nada más. Pero.. como pude estropear toda una tarde con él en menos de un minuto. Como pude cambiar un día que tanto esperaba en tan poco tiempo. Definitivamente era un desastre. Un desastre que afirmaba su amor, el amor hacia el chico que no hacia mas que molestar y incordiar. Como querer a alguien asi.