La historia de amor imperfecta

Un primer día.

Fue el 15 de septiembre, el comienzo del nuevo curso. Ese año pase por los pelos mientras que él, mi chico de ojos verdes repetia.

Como primer día me prepare bastante, hasta me había hecho un peinado que se merecía foto para instagram.

En clase seguía con mis compañeros de los cursos anteriores y ese ya era nuestro último año de la E.S.O. juntos. La primera hora surjia bastante bien por ser el primer día. Yo mantenía mi sitio al lado de la ventana en la penúltima fila de la clase.

A segunda hora tuvimos matemáticas, la clase más odiada en toda mi vida de estudiante. Pero esta vez fue la primera vez que me había alegrado de asistir a ella, ya que después de unos diez minutos de comenzar la clase entro el en clase, con sus preciosos ojos y con esos pelos de recién despertado. Y con una sonrisa de estupido (pero para mi una de las mejores que había visto) dijo la peor escusa seguramente de la historia.

-Lo siento profesor. Llegue tarde ya que cuando salí a la calle no había calle.

-Alumno, usted a parte de llegar tarde, quiere ir a jefatura de estudios en el primer día?

-Bueno, bueno ya paro.

En eso se resumió mis apuntes de matemáticas del primer día.