Capítulo 4

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— Sephiroth... —habló la mujer, abriendo levemente los ojos, su vista poco a poco se acostumbraba a la luz que entraba por la ventana. El dulce aroma a vainilla le traía paz, pues sabía muy bien con quién estaba y el por qué.

— ¿Que quieres tan temprano? —el peliplata mantenía sus ojos cerrados mientras que la apegaba más a él. Sephiroth no quería que ella se fuera, no quería que estuviera con alguien más.

— Ir al baño, suéltame para poder ir —trato de levantarse pero el agarre de Sephiroth le regreso a la cama junto a él

— Tienes que darme algo para que eso pase... —ella sonrió levemente y le pellizco, haciendo que Sephiroth solo soltara una risita leve— Estuve en una guerra y esperas a que eso me duela... —ella sonrió y se acercó a los labios de Sephiroth

— Te duele más que no te de un beso —Sephiroth la sujeto de la cintura para que no se escapara de sus brazos y prácticamente la obligó a besarlo, aunque ella no se sentía obligada pues realmente quería hacerlo.
Ambos se unieron en un intenso beso que cada segundo era mejor, sentían la necesidad de permanecer así hasta que terminara el día pero ___ se apartó— Déjame ir, tengo que entrenar con Zack hoy y seguro se preguntará dónde estoy... —Sephiroth  la soltó, era una persona celosa y no le gustaba para nada que estuviera tanto tiempo con Zack, no cabía duda en que era un hombre muy atractivo al igual que Angeal y Génesis, seguro ella podría terminar en brazos de alguno de ellos si quisiera, pues tenía un encanto natural que podía atraer a muchos, así sucedió con Sephiroth.

— Creí que querías ir al baño —se sentó en la cama y miró como ella se alejaba de él nuevamente

— Y voy a ir —ella caminó hacia el baño y cerró la puerta detrás de sí

Sephiroth no confiaba mucho en que ella no fuera a tener algo con Zack, si ella le fue infiel a Génesis, ¿Que le aseguraba que no le fuera infiel a él?
Soltó un leve suspiro y se levantó de la cama para poder vestirse con el uniforme. Pero no tenia ninguna duda de que él era mejor que el resto para ella.

— ¿Recuerdas que íbamos a ir de compras?... —Sephiroth habló al percatarse de que ciertas prendas de ___ se encontraban rotas y esparcidas por el suelo, había estado actuando con brusquedad que llego al limite. Sentía que debía compensarlo y nada mejor que comprarle lo que ella quisiera.— Terminando tu entrenamiento, te esperaré afuera de tu habitación —ella salió del baño y le miró, ella no quería salir a ningún lado con él pues las cámaras siempre se enfocaban sobre el peliplata y como siempre acostumbran los periodistas, se inventan una buena historia que podría llegar hasta su novio Génesis.

— Puedo comprarmelas yo sola... además... seguro tienes mucho trabajo que hacer y no quisiera interrumpirte —Sephiroth negó

— Estamos en la segunda fase del plan de guerra, de eso se encargaran los Turcos así que tengo tiempo libre —Sephiroth se puso en busca en su mesa de noche, no podía encontrar su teléfono hasta que ___ se lo extendió y él lo tomó con una sonrisa— Gracias, ¿Quieres que te acompañe a la sala de entrenamientos? —ella inmediatamente negó ante la propuesta del peliplata, eso le dolía un poco puedes realmente quería que todos los vieran juntos, aunque fuera una pésima idea pues les traería una mala reputación

— Esta bien, puedes acompañarme —dijo al ver la expresión de Sephiroth, no le gustaba verlo triste así que no tuvo más opción que aceptar— solo no hagas nada que parezca sospechoso

— ¿Puedo darte un último beso ahora? —él se acercó peligrosamente a ella, sujetándola de la cintura y apegandola a su cuerpo, al notar que habría un posible rechazo, decidió hablar— Por favor... —ella se giro lentamente y lo beso de la manera más delicada que podía permitirse, las manos de Sephiroth acariciaron lentamente la espalda de ella, provocando que un escalofrió recorriera su cuerpo por completo

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