❝EENDMMA❞ ﹙ᴘ ᴇ ʀ ᴀ ʏ ᴀ﹚ ᴘʀᴇᴄᴜᴇʟᴀ ﹠ sᴇᴄᴜᴇʟᴀ

⸙.Cᥲριtᥙᥣo ᥴᥙᥲrᥱᥒtᥲ ყ sᥱιs

La mañana siguiente despertó sin contratiempos. Krist recibió un mensaje de singto, diciéndole que lo llevaría a la Universidad. Y por supuesto qué Krist le agradó la idea.

No pudo prepararse un refrigerio antes de salir pues le dió pereza hacerlo y sus padres no dejaron nada en la nevera. Se escuchó a las afueras de la casa el sonido de la motocicleta y rápidamente Krist se bebió de un trago el café, tomó su mochila y salió de la casa.

Revisando el reloj de su celular, frunció el ceño y le dijo:

— Has llegado muy temprano.

— Compré el almuerzo —respondió singto mostrando una bolsa—, se qué no almuerza mucho antes de venir, así qué me levanté temprano para qué comamos juntos.

Krist sonrió —Oh, gracias —le quitó la bolsa y cuándo la revisó se asustó—, singto, ¿qué es ésto?, ¿estás seguro qué es comida?.

— Mhm —asintió—, son hamburguesas.

— ¿Hamburguesas? —repitió sorprendido—, ¿que clase de hamburguesas son?, no logró entenderlas.

— Yo las hice.

— ¿Qué?, ¿no dijiste qué lo habías comprado?.

— Es qué... —vaciló—, no pensé que preguntaría tanto.

— Oh —krist se avergonzó, rápidamente cerró la bolsa y la abrazó— no importa, se ve que saben buenas, vamos, tenemos que irnos.

Singto asintió en silencio y le pasó el casco. Krist metió el almuerzo en su mochila y tomó asiento atrás. Mientras singto prendió el motor y esperó a que esté se calentará. Volteó su mirada hacia atrás y dijo:

— P', prometo aprender a cocinar, me da miedo la cocina pero lo haré, se lo juro.

Krist le dió unas palmaditas en el hombro y sonrió.

— Descuida, no te preocupes por eso, aún tenemos mucho tiempo. Además yo también soy malo en la cocina.

Singto sonrió cómo respuesta y se bajó el visor de casco. Giro su cabeza había el frente y aceleró.

Llegaron a la universidad veinte minutos antes de que comenzarán las clases y se fueron a disfrutar del almuerzo en el comedor. Lógicamente, no se encontraban muchos alumnos, y sólo algunos maestros rondaban los pasillos de arriba.

De repente, un frío ligero parecía ignorar qué era primavera y no invierno la cuál provocó qué singto estornudara repetidas veces, mostrando así una nariz muy roja después.

Krist se preocupó y se levantó a sentarse junto a él.

— Oye, ¿te sientes mal?, podemos...

— No, estoy bien -interrumpió singto y con la boca llena, respondió— no se preocupe P'.

Krist no insistió y ligeramente volteó a ver la entrada. En unos segundos se encontró con una escena bastante extraña.

Iwan bajó de un automóvil de lujo, y detrás de él salió una mujer alta y pelirroja despidiéndose cariñosamente de él.

Krist entre cerró los ojos y pudo notar
cómo iwan tenía una expresión irritante y cansada en su rostro cuándo ella se le acercaba a querer besarlo.

Después de tanto insistir, al final se rindió en rechazarla y dejó que lo besará en la mejilla. La hermosa chica lo abrazó y se alejó para entrar a su automóvil e irse.