Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇ.

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ADVERTENCIA: VIOLENCIA.

El presente capítulo contiene escenas fuertes que pueden herir la sensibilidad de algunos. Se recomiendan discreción y/o saltar el capitulo si no se encuentra cómodo con su contenido.










El auto se condujo una medía hora sin mediar palabra hacía un terreno intestado. A singto le temblaba las piernas a más no poder. A medió caminó pudo ver sobre la tela qué tenía en la cabeza, qué poco a poco se alejaban de las luces que cubrían la ciudad. Pero por desgracia su vista se vio interrumpida por un puñetazo que le giró la cara haciendo que casi se golpeara la cabeza contra la ventanilla.

—Oye, despierta—se rió arrogante.

Fácilmente le escurrió sangre por la nariz, pero no dejó salir ningún sonido por el miedo de ser regañado o ser lastimado otra vez. Singto no estaba preparado para descubrir la versión más despiadada de aquellos hombres. Era increíble, ni siquiera hacía ningún un ruido, su miedo se mezcló con irá pero ninguno de la otra podía mostrar, se sentía acorralado.

Se escuchó una carga de arma y el mismo hombre qué se encontraba a un costado de él, se acercó abrazándolo de un brazo y con la otra mano luego lo apuntó en la cien. Estaba casi por llegar, no querían saltar ningún descuidó.

—Sí te mueves, lastimare otro brazo tuyo, ¿entiendes?—le ordenó secamente.

El pavor creció en cuestión de segundos y singto decidió mejor cerrar la boca y acatar las órdenes. No podía hacer nada aunque lo quisiera.

Pasaron por varios hoteles al final de la ciudad. Y el auto se estacionó por el mirador, un edificio con corredor situado en una parte elevada, un lugar donde es posible contemplar el exterior desde unos quince metros desde arriba. Lo más extraño, es que había luces, al menos unos cuantos focos iluminaban la entrada. Algo extrañamente andaba mal, no se trataba de llevarlos a un rincón oscuro y desolado, alejado de todo, cómo tal lo había pensado singto desdé qué fue llevado a la fuerza, ¿qué pasaría con el entonces?. El edificio estaba cubierto y cerrado, generalmente con cristales y además con unas persianas de color marrón.

Poco después, el copiloto, bajó del auto y le dió las llaves al quién venía en los asientos de atrás, luego le pidió qué descendiera del auto para poder platicar libremente con él. Singto escuchó palabrerías, pero no alcanzó a entender nada, precisamente un sonido de otro auto, se estacionó atrás, llevándose toda su atención en ese momento. Se volvió, pero no podía divisar nada, más las luces de corta distancia.

Una vez terminando su charla, se abrió la puerta del asiento de atrás.

—Sal—le ordenó el que anteriormente era el copiloto, está vez sin apuntarlo con nada para matarlo.

Al salir, le quitó la tela de la cabeza, pero no lo desató. Singto parpadeó sorprendido, se tambaleó, y giró de un lado a otro para lograr al menos ver dónde estaba, el mismo hombre que se quedó con él, le indicó a los del auto de atrás qué sacarán a chica.

❝EENDMMA❞  ﹙ᴘ ᴇ ʀ ᴀ ʏ ᴀ﹚ ᴘʀᴇᴄᴜᴇʟᴀ ﹠ sᴇᴄᴜᴇʟᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora