NO ES UNA TRADUCCIÓN, ES UN FANFIC
Está novela no interfiere a ninguna regla privada, sólo entretenimiento, sin ofender a nadie, de fan a fan. Además, esta historia contiene relaciones homosexuales y contenido explícito (sólo es poco). Se recomienda...
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La noche estaba clara y fría. Era media noche, era época de invierno y la luz de la luna iluminaba las calles de la capital. Las calles por lo regular estaban vacías a partir de qué tocaba las doce de la noche.
Adentró del auto había una calma temendra en los asientos delanteros, krist en el asiento del copiloto se encontraba aburrido y sólo miraba la ciudad tras la ventanilla, singto a su lado, manejaba lento y con cuidado, el frío le comenzó a dar sueño pero se despertó con un golpecito en la mejilla.
Pero en los asientos traseros dónde se encontraban gun y off riéndose libremente uno de otro por tonterías se hacía ver cómo que ellos eran la verdadera pareja.
Unas cuantas horas bastaron para off y gun, quiénes evidentemente compartieron cosas interesantes uno del otro, gustos y choque de personalidad, más que eso una linda y agradable conexión, quisieran seguir saliendo más a menudo.
Gun le pidió a singto que lo dejase solo en la avenida, no era necesario dejarlo hasta su casa. Off lo quiso acompañar, no vivía cerca de ahí, pero tenía miedo de dejarlo sólo.
El auto se detuvo en dónde gun ordenó, salió y sacudió la mano.
— Gracias Singto, nos vemos krist. ¡Fue muy agradable verlos!.
— Adiós, ¡cuídate! —sonrió krist desde el asiento del copiloto.
— Nos vemos gun —se despidió singto, de repente, salió una mano tomándolo por el hombro.
— También bajó aquí, gracias por tráeme jefe, cuidense mucho —y se salió del auto, antes de salir corriendo hacia gun, krist preguntó:
— ¿Que haces?, ¿vas en serio con el?.
— Es sólo mi amigo, además es un idol no puedo dejarlo sólo —se justificó—, además ahora usted tiene otro problema a lado.
— ¿Qué?.
— Suerte —murmuró, luego se alejó y se despidió de singto—, nos vemos mañana Jefe.
Singto sonrió.
Piso el pedal y el auto continúo el rumbo del caminó.
— Khun, ¿a dónde vive?. Lo llevaré hasta ya sin ningún problema.
— Oh, vivo al otro lado de la ciudad. Cerca de la casa de mis padres.
— Muy bien.
— Tú... ¿dónde te estás quedando?.
— En un departamento muy cerca de esta calle.
— ¿En un departamento?. Pensé que vivías en un condominio.
— No, no es necesario. Mi trabajo no me permite permanecer en ningúna propiedad.
