Capítulo I Querido Lector

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El día está hermoso hoy.

Me gustaría estar afuera en este momento, recostarme en el pasto, debajo de un gran árbol, mientras acaricio suavemente el cabello castaño de mi hermosa novia, como me gustaría...

— ¡Hwang Eunbi! —Escuché el grito de la amargada profesora— ¿Podría continuar con la lectura? digo, si no es mucha molestia para la señorita.

—Disculpe, no presté atención a la lectura, no vuelve a pasar —dije después de ver su cara de enojo hacía mí.

Ella me miro amenazante, después me advirtió que si no prestaba atención a su clase me echaría y continúo leyendo. Vieja amargada ni que estuviera tan buena su clase.

Mi maestra de literatura es la señora Choi, una mujer de unos 35 años de edad, cuyo pasatiempo es molestar a todo estudiante que se quiere divertir en la escuela.

Todos mis amigos me advirtieron que era la maestra más estricta y enojona en la preparatoria, que la mayoría de sus alumnos reprueban, que sus estudiantes tienen que hacer un proyecto final del mismo libro todos los años y que estaría loca si eligiera a la señora Choi como mi maestra.

Efectivamente, estoy loca y aunque mis compañeros me hablaron muy bien sobre la otra maestra de la materia, la maestra Kim, no les hice caso.

Ahora mi recompensa es leer todos los lunes el mismo maldito libro con la excusa de "estudiar para el proyecto final, que va a valer el cincuenta por ciento de la calificación",  según la señora Choi.

Por fin suena la campana y termina este infierno.

Estaba tan ocupada pensando en mi encuentro diario con mi Yerin, que no me di cuenta del tiempo hasta que una molesta voz me interrumpió.

—Jóvenes, recuerden traer la tarea para el viernes y no se les olvide su libro para la lectura del lunes de la próxima semana —blah, blah... el mismo discurso de siempre.

Guardé mis cosas y salí corriendo para llegar lo antes posible a la biblioteca, donde Yerin me espera después de clases.

Cuando llegué a la biblioteca logré ver una hermosa silueta de cabellos castaños dándome la espalda, así que aproveche la situación y le cubrí los ojos con mis manos.

—Adivina quién soy —dije de la manera más tierna posible.

—Mmhh...¿Será un bonito y alocado hwanguro? —respondió mi preciosa novia, mientras quitaba mis manos de su visión y se volteaba para abrazarme.

Yerin y yo llevamos saliendo oficialmente como novias 30 días, todos llenos de amor respeto, alegría y el peso de un secreto... No le hemos contado nuestra relación a nadie.

Lamentablemente Corea es un país muy conservador, nos da miedo mostrar nuestra relación en público por el rechazo de la gente.

Por eso todos los días después de clases, cuando no hay alumnos solo quedan algunos profesores y los salones están cerrados, nos gusta escabullirnos a la biblioteca, la cual también está cerrada a esas horas.

Soy la presidenta del consejo estudiantil (por ser popular), gracias a eso tengo la llave de la biblioteca para emergencias y puedo abrirla cuando se me antoja tener un tiempo a solas con Yerin sin que nadie lo noté, como ahora.

Después de asegurarnos que no hay nadie cerca abro la biblioteca, Yerin y yo entramos, la cierro rápidamente y dejamos caer nuestras mochilas en la entrada para comenzar a besarnos con desesperación.

—Te extrañe tanto Sinb-ah —me dice mi novia por el apodo que me puso, luego de separarnos un momento.

—Y yo a ti, Yerin —le digo para después reclamar sus labios con emoción.

Mientras la besaba, pose mi mano en su espalda y la fui bajando lentamente para acariciar otras partes de su perfecta anatomía, pero antes de lograrlo alguien intentó abrir la puerta.

Espantadas tomamos nuestras mochilas y corrimos a la esquina más alejada del lugar.

A punto de llegar al escondite Yerin se tropezó en el camino, golpeó el estante delante de ella con la frente haciendo que este se tambaleara, ella cayera al piso y un libro le diera el golpe final en la cabeza.

— ¡Ahhh! ¡Maldici...! —le tape la boca antes de que gritará más fuerte y nos descubrieran.

Donde estábamos no podía ver a la persona que había entrado, pero escuche a un hombre hablando por teléfono y momentos después la puerta cerrarse con llave.

Aliviada, quite mi mano de la boca de Yerin.

— ¡Wow! —dijo mi novia asombrada.

—Sí, por poco y nos atrapan.

—No Sinb, no es eso, mira —ella me extendió el libro que antes la había golpeado en la cabeza.

"Si lees esto, por favor guarda el secreto.

Querido lector, estás a punto de conocer mi gran historia de amor. –CYN."

— ¡Wow! —fue lo único que dije después de leer aquella nota.

Por favor, guarda el secreto por mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora