Capítulo XXIII La charla

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—Estoy muerta... no puedo creer que bajé al infierno y sobreviví para contarlo.

—Sinb, solo fueron 4 horas con tu maestra. 

—Pero no cualquier maestra, ¡estamos hablando de la amargada Choi!

—Bueno, pues eso te servirá de lección para que entregues tus tareas a tiempo a partir de ahora.

—Eres muy cruel... —le respondí a mi novia.

Íbamos camino a nuestras casas, y ya que la casa de Yerin estaba más cerca de la escuela que la mía, primero me despedí de mi novia y después fue turno de ir a mi casa.

—¡Estoy muerta! —dije al llegar a mi casa y aventar mi mochila en algún lugar de la entrada.

—Y aún así, no paras de quejarte... ¿Y tu mochila? —contestó mi mamá.

—De verdad mamá, no puedo hacer nada hoy —dije al sentarme en el sillón de mi sala. Planeaba dormir hasta el día siguiente, además que  han reducido considerablemente la tareas que faltan por entregar, gracias a Choi... Choi... ¡Es cierto, aún falta saber lo que pasó con Yuna!

—¡La tortilla fue descubierta! —Grité antes de ir a buscar mi mochila afuera de mi casa y encontrarla en un arbusto cercano, después corrí con velocidad hasta mi cuarto para leer el estúpido diario.

—Esta juventud de hoy en día —escuché decir a mi mamá.

~~~~~~

Estúpido diario, un día soñé que le decía a mi madre sobre mi relación con Yewon. En el sueño mi madre no sabía como tomarlo y prefirió ignorar el asunto por completo. El siguiente día a cuándo mi mamá nos vio besándonos preferí mil veces vivir en mi sueño...

—Entonces, ¿se están cuidando verdad? —Dijo mi madre y Yewon casi se atora con el trozo de pan que tenía en la boca.

—Creo que sí, me refiero a que si alguien intenta lastimar a Yewon yo siempre estaré ahí para defenderla.

—No Yuna, creo que no me entiendes. ¿Recuerdas la charla que te di sobre métodos anticonceptivos? Pues bueno, puede que yo no sepa mucho de relaciones del mismo sexo, pero te puedo hablar de mi experiencia con los hombres, así que empecemos por...

Antes de que mi mamá siguiera, alguien tocó la puerta y cuando fui a abrir me alegré por primera vez de las visitas inesperadas.

—¡Gracias que eres tú!, pasa no te quedes ahí y entretén a mi madre antes de que yo pierda el apetito.

—¡Buenos días chicas Choi! —al parecer Frank notó la incomodidad de todas en el cuarto y añadió— ¿O es muy pronto para contarte como miembro de la familia, Yewon?

—No, para nada, me agrada, pero no sé si a la señora Choi le parezca bien...

—Basta de eso Yewon, sé que esto no es lo que la sociedad esperaría, pero Yuna es mi hija y jamás le daría la espalda, y si te soy sincera desde mucho antes que me enterará de que eres mi nuera, tú ya eras parte de esta familia.

Al parecer a mi novia le conmovió mucho el comentario de mi mamá porque sonrió intentando aguantar las lágrimas, así que decidí cambiar el tema por completo.

—¡Frank no sabíamos que venías a desayunar! y acabamos con todos los panqueques que hizo mi mamá. 

—No te preocupes puedo ir a la tienda de conveniencia por algo.

— Yuna acompaña a Frank por favor —dijo mi mamá.

Y antes de que siquiera pensará en una excusa para evitar ir con él, Yewon dijo con su mejor sonrisa...

—Ya que vas a ir, ¿podrías traerme una leche de chocolate?

Así que no quedó más remedio que acompañarlo... y de camino a la tienda de conveniencia Frank intentó hacerme platica.

—Así que tú y Yewon ¿cierto? Me alegra ella es buena chica... ¡No es que tú no lo seas! Solo que...  ahmm las mujeres son complicadas a veces ¿sabes? ¡Pero claro que sabes, tú eres una!!

—Frank ¿qué rayos haces? —dije totalmente desconcertada, tratar de entender a Frank era más difícil que entender las matemáticas. 

—Perdón Yuna a lo que voy es que...—tomó tiempo para respirar profundo y siguió con voz más calmada— Amo a tu madre, ella me hace feliz. Si te soy sincero no tuve una buena infancia, mi madre siempre estaba en el trabajo para mantenerme a mi y a mi hermano menor, y mi padre... pues él nos abandonó cuando yo tenía 4 años.

Lo mire y parecía inmerso en sus recuerdos. Nunca lo había visto de esa manera, así que supe que era algo importante para él, por eso no lo interrumpí y deje que siguiera hablando.

—Nunca tuve hijos, pero prometí que si los tendría ellos no sufrirían lo mismo que yo. Así que cuando tu mamá me platicó de ti, por un momento recordé mi infancia y lo mal que lo había pasado por la ausencia de mi padre. 

—En el momento que te conocí, vi en tus ojos un poco de mi yo del pasado. Una niña que había vivido momentos difíciles, pero que gracias a ellos logró mantener una apariencia dura, irrompible y leal hacía su madre y lo que habían creado juntas. —continuo— Y cuando tuve esa platica contigo en la playa no lo hice bien, ya que me recordaste a mí mismo, pero tu situación era diferente. 

De repente paró y yo hice lo mismo, nos miramos directamente a los ojos y luego volvió a hablar...

—Tu padre falleció y pasara lo que pasara sé que un hombre del que tu mamá cree que eres idéntica, jamás habría abandonado a su familia, así que te debo una disculpa. Tú eres valiente, inteligente, una chica divertida y ahora veo en tus ojos la felicidad que la compañía de Yewon te otorga. Aún quiero formar parte de tu familia, pero entendí que tú no necesitas un padre. Tú solo necesitas que te respete y te brinde todo mi apoyo, y así lo haré de ahora en adelante, cuentas conmigo Yuna. 

Sus palabras fueron totalmente sinceras, y lo sé porque me conmovieron más de lo que quisiera admitir.

—También te respeto Frank, y sé que haces feliz a mi mamá así que yo también los apoyo, solo te pido paciencia, esto es nuevo para mí. 

—Te comprendo, también esta situación es nueva para mí pero ¿sabes qué? paciencia es lo que me sobra, de todos modos no tengo planeado apartarme. Los días con las Choi son muy divertidos.

Ambos sonreímos y tuve una corazonada, él no se iría pronto y sinceramente me agradaba.

Estúpido diario, al final la charla con Frank fue mejor de lo que pensé, pero cuando regresamos a mi casa vi mi peor pesadilla hacerse realidad...

—Y aquí estoy alimentando a los patos junto a unos vecinos, Yuna es la pequeña que come comida de pato a lado de nosotros.

—¡Mamá, aleja a Yewon de ese álbum de fotos, ahora!!!

~~~~~~

¡Vaya¡ Ahora agradezco que mi mamá no sepa de mi relación con Yerin...

Un momento, ¡¿comida de pato?! Yuna, de verdad eres una chica extraña.

Por favor, guarda el secreto por mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora