Me levanté de golpe por segunda vez, esta vez un ruido muy intenso me despertó, mucho más intenso que los gemidos. Vi la silueta de alguien pero mis perezosos ojos apenas se estaban acostumbrando a la intensa luz que entraba por la gran ventana, no hice esfuerzo y me entró una pereza horrible, las horas que no había dormido me estaban pasando factura. A pesar del ruido cerré mis ojos y me acosté en mi cama. La almohada me recibió con un golpe a gloria y su dulce aroma a naranja
Después sentí como alguien me quitaba la sábana de encima.
Dirigí mi mano hacia mi cuerpo para confirmar, y efectivamente me la habían quitado. JODER.
Las mañanas no eran mis favoritas.
Resignada me levanté diciendo profanidades hasta que mis ojos pudieron distinguir a quien me había quitado el sueño.
Era un chico, de ojos rasgados, tal vez de procedencia asiática es algo de lo que estoy segura. Su cabello era negro y estaba revuelto despreocupada mente, y la verdad, le quedaba muy bien. Su piel era blanca, pero bastante blanca y sus ojos eran negros, su look era un poco dark a cualquiera le daría miedo, incluyéndome. Pero la sonrisa que tenía plasmada en los labios de oreja a oreja y un silbato entre ellos, hizo que unos hoyuelos a los lados aparecieran decorando sus mejillas, así que bajé la guardia.
La sinceridad podía derretir a cualquiera que se fijará en los sentimientos. Es mi dicho.
Se ve muy simpático, ni si quiera habíamos cruzado palabra, pero ya me caía bien.
–siento haber hecho eso, pero sí que tienes el sueño pesado.– se ríe.
Pocas personas habían visto como soy cuando me levantó en las mañanas, solo mi padre lo había hecho. Tenía ganas de verme al espejo en este momento, tal vez lograba reírme un poco después de todo.
No contesté, me quedé observando y cayó en cuenta que era un chico que desconocía totalmente y que estaba en mi cuarto.
–oh, claro, mis modales. Soy Seung– dio unos pasos para extender su mano en frente de mi. Yo la tomé y al hacerlo sentí una comodidad que no se tiene en el primer instante con cualquiera, así que mi instinto me hizo confiar.
-–Soy Jade, Jade Maniego– le sonreí.
–Lo sé– dijo encogiéndose de hombros. –pero bueno, la mañana es corta y por el momento soy la persona que está encargada de ayudarte en todo lo que necesites– a pesar de ser asiático hablaba muy bien nuestro idioma como si hubiera vivido toda su vida en este lugar... Lo cual para mí, eso suena triste.
Pensar que voy a vivir todos los días de mi vida aquí, me hace sentir impotente, saber que no puedo hacer nada para regresar a mi vida normal porque pondría todo contra mi. Y a pesar de eso, nada entre mi padre y yo volvería a ser normal, para comenzar, eso, ya está jodido.
–¿y que se supone que tengo que hacer después de levantarme? ¿Ir a cazar mi desayuno?– dije irónicamente.
El se rió como si hubiera dicho el chiste más gracioso del mundo. bufé riéndome junto con él.
–vas con todo reyna, pero eso todavía no te toca– mi sonrisa desapareció, y estuve a punto de reír a carcajadas, lo que me detuvo es que no había pizca de humor en lo que dijo.
Ay wey.
–Así que, por ahora solo prepárate, irás conmigo a inscribirte a los cursos.
Abrió la puerta y antes de salir dijo.–ah, por cierto, bienvenida Jade.
Le hubiera respondido con una gran sonrisa pero al ver de reojo a alguien en la puerta me fijé. Era el de los orgasmos, e iba a paso lento caminando en frente de mi puerta. Me miró y no dudó en sacar la sonrisa de siempre. Como si para él fuera el mayor placer del mundo hacer eso. Pinche Asher.
ESTÁS LEYENDO
A S H E R ✓ [ The Circle.
NezařaditelnéEs normal que en medio de tantos hombres una mujer quiera resaltar sus dotes físicos Pues Jade, se pondrá en una situación que lo que más quiere es pasar desapercibida. Jade maniego: Universitaria acomodada, capaz de hacer cualquier cosa por la feli...