•𝙹𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚍𝚎 𝚗𝚒ñ𝚘𝚜• (sᴏɴᴀᴍʏ)

I

-¡Voy a alcanzarte, Sonic!-

-Amy, no de nuevo...-

Me encontraba huyendo de aquella eriza rosada... Otra vez. Por más que corra e intente escapar de ella... Siempre termina atrapandome.

-¡Te atrapé cumpleañero... Felices 10! -

-Sueltame Amy, ¡sueltame!-

•••

Cada cumpleaños, era una fiesta para todos mis amigos... Tails, Knuckles y demás... Pero Amy, lo tomaba como un día de San Valentín. Ella creía que mientras más crecía, más la quería... Cuando en realidad era molesta.

En mi cumpleaños número catorce... Estuvo conmigo todo el día, al finalizar la fiesta me dijo que se tenía que ir porque quería dedicarse a la pintura... Y viajar por el mundo.

-Amy... ¿Estás segura?-

-Sonic... Estoy segura- La eriza me tomaba de las manos.

-Me iré el tiempo que haga falta, pero puedes creer que aún así te seguiré amando como nadie en el mundo-

Sus promesas eran inquebrantables, hasta hoy.

•••

-¡Feliz cumpleaños Sonic!-

-Hey... Muchas gracias chicos- Contesté.

-Vaya, 16 años... ¡Sonic, hermano! Te quiero mucho- Tails me abrazaba cariñosamente, correspondí sin dudarlo.

-Señor Sonic, muchas felicidades... Hice esta pequeña corona de flores para usted- Cream me mostraba una linda corona con pequeñas rosas blancas, dejé que me las pusiera en la cabeza.

-Wow, definitivamente los cumpleaños son raros sin Amy, ya dos años sin ella pegada a tí, ¿Verdad Sonic? - Dijo Silver tocando su barbilla.

Solo me quedé callado.

-Hey, erizo... Tengo una noticia para tí-

-¿Huh? ¿A qué te refieres Shadow?-

-Consideralo mi regalo- Me entregó un sobre.

-¿?- Me quedé extrañado, ni siquiera pude verla con atención; ya que la guardé inmediatamente.

Unas horas más tarde...

-Gran fiesta, hasta luego Sonic- Decía Knuckles mientras recibía pequeñas palmadas en la espalda por parte de Rouge.

-Adiós... - Contesté mientras todos salían por la puerta.

Shadow fue el último, -Hasta luego Sonic... - Sonrió e inmediatamente salió de mi casa.

-Bien Sonic, hora de limpiar- Mencionó Tails antes de soltar un pequeño bostezo, éramos una especie de roomies. Dos mejores amigos viviendo en la misma casa.

-Yo lo hago, deberías dormir ya... Un niño de 9 años no debería estar despierto a estas horas... Tienes mucho que vivir, deja que yo me encargue- Le removí sus pequeños mechones de pelo que tenía en la frente, para luego señalar a su habitación, dando a entender que durmiera.

Tails se fue, después de que él cerrara la puerta me puse en marcha.

-5 segundos recogiendo... Nada mal para un velocista- Me dejé caer en el sofá, sentí una incomodidad en mi trasero así que saqué el sobre que me dió Shadow de mi bolsillo, para después aventarlo a la mesa.

-Seguro otro de sus regalos de broma- Miré el sobre de reojo, esa letra no pertenecía a Shadow.