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-Ah, hola Sonikku- Mencionaba Amy mientras se levantaba del sofá para recibirme con un beso en la mejilla y sus manos apoyadas en mi pecho, mientras Tails buscaba dónde sentarse. Todos miraban confusos la escena, como si no nos hubiéramos visto en muchos años. Shadow hervía de la furia.

-Bueno... ¿Ya van a decirme qué pasa? ¿Por qué gritaron mi nombre?- Cuestioné mientras me recargaba completamente en el respaldo del sofá.

-Amy nos dijo que le compraste este collar, ¿es cierto o Amy nos está jugando una broma muy graciosa?- Preguntó Shadow con una sonrisa, intentando ocultar la molestia que estaba sintiendo en ese momento.

-¿El collar...? ¡Ah sí! ¿Éste? Sí, lo compré yo en Emerald.- Contesté imitando la sonrisa falsa que tenía Shadow en su insoportable rostro.

-¿¡Emerald?! ¿Hablas de la joyería más exclusiva de la ciudad?- Gritó la murciélago, casi desmayada de la emoción; a lo que asentí con la cabeza.

-Sí, esa merita. Pero bueno, mi chica no podía merecerse menos.- Dije, mientras miraba los hermosos ojos de mi Amy, a lo que todos nos miraron asombrados. Ante la tensión del ambiente, Shadow se levanta bruscamente del sofá, con la intención de humillarme.

-¡Estupideces! ¡No pueden estar saliendo! ¿Por qué no les recuerdas lo cruel que fuiste con ella hace años? ¿Por qué no puedes admitir que probablemente estás jugando con ella? ¡Yo la he tratado mejor de lo que tú lo harías!- Soltó el azabache, a lo que me solté a reír, levantándome también del sofá.

-Vaya, vaya... Si realmente la trataras "mejor" que yo, no te ofendería tanto lo que está pasando entre nosotros dos. Por otra parte... ¿Es este un juego de niños para ver quién se queda con la princesa? No gracias, Shadow. Prefiero mejorar como persona a estar quejándome de haber perdido a "la chica de mis sueños", ¿no crees?- Respondí con satisfacción.

Todos miraban a Shadow extrañados ante su actitud, tanto que la tensión hizo que tomara su chaqueta y se retirara del lugar, pasando la vergüenza de su vida.

Los chicos nos aplaudieron con alegría y nos felicitaron por la relación que comenzamos.

Los años pasaron y finalmente Amy y yo estábamos juntos. No como un par de personas inmaduras, sino como unos seres totalmente racionales y comprensivos, como adultos.

Las altibajos que tuvimos como una relación amistosa fueron sanando con el tiempo y, lo que en un principio fue una relación de dos inexpertos, se terminó convirtiendo en una satisfacción.

Todas las mañanas del domingo, donde todo el Team nos reuníamos en casa de Amy, disfrutaba del delicioso olor del perfume de mi amada, hasta que finalmente comprendí que, no me arrepiento de todo lo que pasé para poder estar con ella.

Te amo, Amy Rose.

Fin?

•𝙹𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚍𝚎 𝚗𝚒ñ𝚘𝚜• (sᴏɴᴀᴍʏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora