Jimin estaba demasiado preocupado por su novio, se estaba tardando demasiado para sólo ir a la tienda. Pero esa no era la única emoción que tenía, también sentía enojó y celos muchos celos.
Se debía tranquilizar y lo sabía, no quería tener una discusión con su novio pero a veces era inevitable no pelear. Ya había hecho cientos de llamadas al teléfono de su novio pero nada más no contestaba, se estaba desesperando a tal grado de ir a buscarlo, y así fue.
Salió de casa y trató de tranquilizarse, respirando algo fuerte qué la gente que pasaba en la calle nada más se le quedaba viendo. Eso le molestaba aún más.
Llegó a la tienda en la qué tendría qué estar su novio, cuándo lo vio se tranquilizó un poco, había mucha fila. Se sintió un estúpido de haber desconfiado de su novio y haber tenido esos malditos celos otra vez.
Su novio lo vio con curiosidad y decepción, pero el no iba a dejar qué su novio supiera qué había tenido desconfianza y celos. Así que se acercó y sonrió.
-bebé, se me olvidó decirte que compraras unas sabritas, realmente tenía ganas de unas así qué vine, te llamé pero no contestabas
-Lo siento, mi teléfono se apagó -JungKook sonrió, se sentía feliz de que solo hubiera sido eso- agarralas
-si quieres yo pagó -la fila estaba avanzando-
-Bien -sabía por qué quería pagar, el chico que atendía se llevaba muy bien con JungKook qué Jimin sentía celos-
Pagaron y salieron de la tienda, Jimin no se veía contento, JungKook no sabía que pasaba si hace un rato estaba sonriendo.
-¿Qué tienes?
-Nada -dijo seco-
-Ajá, ya dime
-¿Viste cómo se te quedaba viendo?, es un estúpido si cree que podrá tenerte, eres sólo mío, ¿Entendiste?
-Si Jiminie -Con éso Jimin sonrió de vuelta-
°Unos tontos que se aman demasiado°
