El aviso fue recibido, Steven no lo esperaba no de esa forma, no tan rápido, sólo habían pasado un par de semanas.
Las Diamantes habían mandado un pequeño mensaje donde le anunciaban a Steven el regreso de Spinel, aquello lo había tomado por sorpres...
En un momento como ese era de esperarse que Spinel se lanzara sobre el, atacandolo pero no habia sido asi, Steven no lo comprendia, habia rencor en su voz al decir el nombre su madre, y apesar de la sádica sonrisa en su rostro más lágrimas corrían por sus mejillas, tal vez eran los recuerdos, los sentimientos guardados pero Steven no sabía que hacer y aunque el agarre en su brazo se había aflojado el seguía aún ahí, observando.
—Spinel...— Fue lo único que salió de sus labios, impotencia era la única palabra que podia describir lo que sentia, al no saber que hacer en tal situacion.
—No entiendo que estoy haciendo mal— Sollozó— ¿Tan insoportable soy?
Nuevamente no había palabras, quería decirle que no, que ella no era insoportable, pero se limitó a quedarse en silencio.
—Solo necesito a alguien que no se vaya, que no me abandone— Su voz se quebró con totalidad.
Para ese momento Spinel lo había por completo, provocando que ella se dejará caer al suelo en donde comenzó a sollozar. Quería acercarse para consolarla pero había algo que se lo impedía, el coraje, el resentimiento.
—¿En serio harás un berrinche—
¿Qué? Se dijo en su mente ¿En verdad había dicho? debía detenerse, pero oh sorpresa había más de dónde vino eso.
—Solo por no querer quedarme contigo ¿en serio Spinel? —Dijo en un tono burlesco, sin contener sus palabras, ni su sentir— Es gracioso como buscas retenerme.
Los sollozos de Spinel paran, ella levantó el rostro, hay una expresión de sorpresa.— Steven ¿que estás diciendo?
—La verdad, solo la verdad— Responde mientras se arrodilla frente a ella— Lloras, mientes, al final me convences y terminamos en lo mismo.
—¿Cómo puedes decir eso? Tu sabes muy bien como me siento— Dice enfadada— Nunca he mentido.
Aquello último hace reír a Steven.— Si nunca has mentido porque no me dijiste que tú habías pedido a las Diamantes convencerme para dejarte regresar.— Spinel se tensa, sus ojos se abren sorprendida más de lo que ya estaba— Porque siempre llorabas cuando decías que no entendias porque te habían enviado aquío porque decías que te consideraban una molestía— Añadió con más coraje.
—¿Quién te dijo eso? Son más que mentiras, ellas en verdad me regresaron p..
—Eso es lo de menos Spinel, hablé con las Diamantes, lo de todo— Respondió— Pero después de todo tenías razón...— Se inclino hacia ella, sus rostros se acercaron separándose solo por unos centímetros— Eres una molestia
Exactamente fueron cinco segundos de silencio, donde Steven considero que tal vez se había excedido aún que no se arrepentía totalmente, esos segundos donde esperaba la reacción de Spinel pero contrario a lo que esperaba, solo escucho la cínica risa de la gema.
—De verdad fui una tonta al creer que podrías ayudarme— Dijo entre risas— Al principio de verdad quería tu ayuda para controlar mi irá por eso vine— Los centímetros entre ellos se iban acortando— Pero fuiste tu el que comenzó a jugar, tú me diste la opción de desquitar mi enojo en ti, tú hiciste todo eso conmigo sin negarte y ahora tú no podrás terminar el juego.
La distancia se eliminó, Spinel se abalanzó hacia el y a diferencia de lo que Steven pensaba que pasaría no hubo besos, solo un simple roce de labios, para después tirarlo al suelo y subirse sobre el.
Steven dejo escapar un quejido al sentir como Spinel se sentaba sobre su estómago. Ella estaba ahí simplemente sonriendo. —Por un momento creí que habría algo entre nosotros, pensé que en verdad te importaba— Comentó deslizando un dedo entre el pecho de Steven.— Pero después de todo tu siempre ayudas a todos ¿no? yo solo sería una más
Steven antes de contestar analizo su situación, no era buena idea pero quizás seguir con el mismo carácter de antes funcionaría, no debía perder.— ¿Y quien tiene la culpa? Sólo quería ayudarte, tu mal interpretaste mis acciones— Respondió, ella dejo de sonreír.— ¿Qué tan patética tienes que ser para confundir amabilidad con amor?...
Esperaba un golpe o incluso prepararse para morir pero no, solo unas palabras recibió.—¿Sabes que es patético? aprovecharse de alguien que solo pidió tu ayuda, tu fuiste el que empezó esto cuando me besaste— Volvió a esbozar una sonrisa— Podré ser tan patética como dices pero al menos yo no le rompí el corazón a mi mejor amiga.
Aquello último dolió, debía admitirlo y más cuando sabía que se refería a Connie.— No te atrevas a meterla a ella en esto, Spinel.
—Oh ¿por qué? — Pregunto con burla— Porque ella si te importa, porque a ella si la amas— Soltó con enfado.
—Sí, la amo— Respondió con firmeza.— Y me arrepiento tanto de haberle hecho eso, porque no valía la pena dejarla por ti
Spinel comenzó a reír descontroladamente, confundiendo a Steven, no esperaba esa reacción.— Después de todo no eres tan diferente a Pink— Su mano comenzó a agrandarse en forma de puño— pero está vez te quedarás conmigo.
Sólo sintió el impacto contra su rostro y después el dolor, podía detenerla pero quizás se lo merecía, hubo otro tras otro, hasta que empezó a ponerse borroso, solo escuchaba los quejidos de Spinel...
¿Porqué? ¿Porque estoy lidiando con esto? ¿Porque Spinel está encima de mi tratando de matarme otra vez?
Su rostro inexpresivo no me ayuda, gritar sería inútil pues mi voz ya es inaudible
Mamá ¿porqué tengo que lidiar con esto una vez más? mamá ¿voy a morir esta vez?
Creo que es el fin, pero es bueno al menos el rostro de Spinel dejo de ser visible, ahora no duele, es solo negro...
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