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Alastor: Querida, no debes ponerte mal por eso.
Charlie: No sé cuanto ha pasado, y siguen sin tomarme enserio.. Yo ya sabía que aún no estaba lista ser reina.
Ellos dos se encontraban en un pasillo, mas adelante de este habían unas gigantes puertas rojizas abiertas, que daban paso al balcón, dónde desde el pasillo podías escuchar gritos de bastantesdemonios quejándose por aquella estúpida huida.
𝕸𝖚𝖞 𝖕𝖔𝖈𝖔 𝖆𝖓𝖙𝖊𝖘...
Losreyesestabancaminandotomadosdelamano(EstoporpartedeAlastor, paratranquilizaraCharlie) por los largos pasillos hasta finalmente ingresar al balcón y mirar a su gente, Charlie sonreía nerviosa, estos estaban en ese lugar para dar un mensaje de calma y esperanza a los demonios y pecadores, ya el día de la limpieza anual se acercaba y claro, Charlie intentó hablar pero los nervios la comían por temor a equivocarse, Alastor la miraba con atención, los demonios no podían tomarla enserio, todas sus sonrisas y gritos eran de burla, ¿Acaso ella era su reina?.
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Después de aquello Charlie mantuvo la compostura, y, dejando a un Alastor confundido en el pasillo, fue caminando lentamente hacia aquel balcón, ella se apoyó colocando sus manos en el barandal, se notaba un cambio en ella, de su cabeza salieron unos largos cuernos y sus ojos eran de un color diferente, esto lo hizo para poder hablar con más fuerza.
Charlie: Yo soy su reina, y ustedes son mi gente... Resistan, no lo digo como alguien de la realeza, se los estoy diciendo como una de ustedes, y sé que detrás de esas sonrisas malévolas hay alguien que tiene ganas de vivir.
En ese momento llegó a su vista entre tanta multitud una araña quién en sus hombros tenía a la salvadoreña, la cual le estaba mostrando sus dos pulgares arriba, tenía una gran sonrisa en el rostro y sintió como algo rodeó su cintura, era la mano de Alastor... Al final, ambos concluyeron aquel anuncio y se adentraron en el castillo, Charlie estaba ansiosa porque esperaba que aquellas palabras les llegaran a los demonios.
