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《《En un futuro muy lejano...》》
-¡Papá! ¡Papi! ¡Despierta! -Pide una muy emocionada niña saltando en la cama dónde se encomtraba su progenitor en un intento de despertarlo.
-Mmmhh... ¿Qué sucede cariño?...
-¡Es hoy! ¡Es hoy! -Gritó muy emocionada saltando a abrazar a un confundido Alastor que no entendía a qué hacía referencia su hija.
-¡Felíz día del padre, papi! -Felicitó la pequeña Alysse lanzándose a abrazar a su padre recibiendo una caricia en sus cabellos.
-¡A comeeer! -Se escucho el grito de una fémina proveniente del comedor, Alastor y la pequeña se miraron, el felicitado no tardó en levantarse de la cama con pereza y pidiéndole a su hija que saliera unos momentos de la habitación en lo que este se aseaba.
...
-Buenos días cariño... -Saludó Alastor a su esposa, el venado tenía a su pequeña en brazos. Este se acercó a depositar un corto beso en los labios de su amada y caminar hasta el comedor, dejando a su hija en una silla algo alta, como a la menor no le llegaban los pies al suelo los balanceaba en el aire.
-Y aquí está -Anunció la pelirrubia y la mayor en la casa acercándose a la mesa y depositando dos platos, uno frente a Alysse que tenía 3 pancakes pequeños y otro a su esposo dónde habían la misma cantidad pero más grandes y además de estar cubiertos con miel tenían crema y fresas, ella y Alysse se levantaron temprano para cocinar algo especial y fue Alysse la de la idea.
Los pancakes de Charlie eran los únicos sin el dulce porque a esta sinceramente no le gustaba la miel, el desayuno fue uno alegre, el ambiente era uno cálido y familiar, comieron entre risas hasta que el desayuno terminó y Alastor agarró una chaqueta del perchero.
-Papá... ¿A dónde vas...? -Preguntó la pequeña algo desanimada.
-Debo ir a trabajar Alysse, nos vemos en la noche -Y despidiéndose de ambas el venado salió de la casa.
-Que mal...-Musitó Alysse agachando sus orejas sintiéndose decepcionada.
-Cariño, tú sabes que papá y yo tenemos que trabajar... -Dijo la pelirrubia terminando de secar el último plato, al hacerlo, se desabrochó el delantal que tenía puesto y lo colgó para acercarse a su hija y acariciarle la mejilla para acto seguido besar esta con cariño.
-Me iré a cambiar-Cargó a Alysse en brazos y caminó hasta la sala para descargar a la menor en el piso rodeada de juguetes- Si toca alguien no le abras, a menos que sean tus tías.
La menor asintió y Charlie abandonó la habitación para irse a cambiar de ropa, la pequeña se distrajo con un caballo tallado en madera que le regaló su padre en uno de sus cumpleaños hecho por él mismo... ella quería haber celebrado ese día con su papá pero no se puede, sus labios comenzaron a temblar y cabizbaja, lágrimas comenzaron a deslizarse por sus rojas e infladas mejillas, esta intentaba rápidamente de limpiar rápido hasta que escuchó la puerta ser tocada, ella esperó...
