Ella la típica niña rica, capitana de las animadoras, con padres buenos y mucho dinero.
Él un pasota al que le gusta molestar a la gente.
Pero no es oro todo lo que reluce.
Un alma cuyo explendor va apagandose ya que se ve sumergida de nuevo en la o...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AVISO QUE SE VIENE. ———
- Dime por favor que no me toca contigo - supliqué.
-Siento defraudarte, porque sí, me toca contigo - dijo sonriente.
-Esto va a ser un maldito infierno...
Fui hasta la recepción del hotel y hablé con la recepcionista. Esta me hizo caso omiso ya que estaba bastante entretenida coqueteando con Hunter, por lo que me colé le quité las llaves de una de las habitaciones de la segunda planta y me marché dejándolos a ellos coqueteando.
Al verle coqueteando con la chica la cual tenía más tetas que cerebro, sentí algo dentro de mí. Ira, desilusión... pero... ¿Por qué? ¿Celos?
No, imposible, no iba a tener celos de una puta teñida. Me niego.
Subí las escaleras que llevaban al segundo piso. Mi habitación era la 222.
Me gusta el número, tres veces 2, 22 con otro 2... Mi número favorito.
Antes de entrar miré hacia los lados, ya que creí escuchar mi nombre, y así era. Em me estaba llamando y señalando con picardía su compañero de habitación. Leo, el cal al verme también me saludó.
Al entrar en la habitación, lo que ví me dejó un poco paralizada. Era un asco de habitación. Solo constaba con una cama de matrimonio, un sofá en bastante mal estado, una televisión, y una puerta que supongo llevaba al baño. Si esto estaba en estas condiciones no quería ni imaginarme el baño.
Dejé mi maleta encima de la cama. De ella saqué un chandal el cuál me pondría al día siguiente, además de sacar mis cosas para la ducha y un pijama que básicamente era una camiseta de hombre que me quedaba por los muslos.
Era bastante pronto por lo que quise hacer tiempo, encendí la tele, la cual por lo menos funcionaba. Y me dispuse a ver la película que echaban.
Pasé bastante tiempo viendo películas. Durante todo este tiempo Hunter no subio ni una sola vez.
Seguro se lo está montando con la "Tetas".
Tu callate puta.
No, no, no confundamos, la puta es la de ahí abajo.
No podía dejar de pensar en aquello, por lo que decidí darme una ducha. Me levanté y cogí mis cosas de la ducha además de mi camiseta/pijama. Me dí la vuelta y emprendí camino al baño cuando la puerta se abrió.
Me volteé para verlo y ahí estaba él con su sonrisa de mierda.
Miró las cosas que llevaba encima - Si te vas a poner una camiseta de hombre ponte la mía - se quitó la camiseta que llevaba y me la tiro para que la cogiera en vuelo, pero yo no lo hice, y esta al final quedó en el suelo.
-Mejor que la use la "Tetas" - digo con rencor.
-¿Qué?¿La "tetas"?- pregunta con el ceño fruncido.
-Que mejor que se la des a la chica esa de ahí abajo, que seguro que la acepta más que encantada - me dí la vuelta y me fui al baño. Nada más entrar cerré la puerta con un portazo. Me quité la ropa y dejé que el agua templada empapara mi cuerpo.
Al salir del baño ya vestida con el pijama le ví que seguía solo en pantalones mirando la tele.
-¿Te has puesto celosa?- preguntó.
-No- dije cortante.
-¿Ah no? Pues juraría que la escenita de hace quince minutos era un PUTA ESCENA DE CELOS- gritó esto último.
-PUES TE EQUIVOCAS Y A MÍ NO ME ALCES LA PUTA VOZ - le señalé con el dedo.
Esto se estaba descontrolando demasiado, y yo no soy como se diría... muy prudente con las palabras que suelto cuando discuto con una persona.
-JODER QUE NO - respiró - mira si así te quedas mejor, no he hecho absolutamente nada con esa chica, no es mi tipo...
-¿Ah sí? Pues yo juraría que si es tu tipo.
-Pues No - intenta controlarse - mi tipo no son las rubias, son las morenas, y me gusta que tengan carácter, además de sus propias opiniones... - hizo una pausa - Además. ¡Qué cojones te importa a tí!
-¡Pues sí me importa gilipollas!
-¿Y se puede saber por qué? - preguntó enfadado.
-Joder... pues porque sí, porque eres mi compañero de habitación...
Se acercó rápidamente a mí, y me acorraló contra la pared.
-La verdad Ash...- dijo en un susurro. Se acercó a mi oído -Dime la verdad nena...
Vale creo que ya no tengo putas bragas. Ayuda.
-Porque-que... - tartamudeo - Joder- maldigo - Porque me gustas.
¿LO DIJE?¿QUE COJONES HACES ASH?
Se echa un poco hacia atrá para poder ver mis ojos, pero aun acorralandome.