SHADOW BOY

Capítulo #02

-Eli, Eli- escuchaba mi nombre a lo lejos ¿será que llegó mi hora?

- ¿mmm? - dije media dormida

-Eli ya llegamos vamos-dijo mi madre, hice el esfuerzo de pararme, pero fue en vano porque caí de nuevo al asiento -ya espabila chica, vamos- hice mi segundo intento y sí, lo logré, miré mi reloj y eran las 6:32 de la mañana.

No sé en qué momento me quedé dormida, pero buehh, el viaje era largo y estresante. Y aquí estamos en la ciudad de San francisco California (EE. UU.).

Mami tengo hambre -digo sobándome la barriga con cara de perrito hambriento.

¡Ahhh mira ahí están tus tíos, vamos! -dice haciendo caso omiso a lo que te dije, camina emocionada señalando a lo lejos. Me quedo buscando porque no veo nada 'será el hambre' -vamos niña -me hala del brazo obligándome a seguirla.

Veo que mi madre se abraza con dos señores que parecen de unos 38 a 40 años -supongo que estos son mis tíos- no me culpen es que tenía mucho sin verlos, creo que la última vez que los vi fue cuando tenia 6 años en navidad -esa fue la peor navidad de mi vida, ellos llevaron a su odiosa hija Mónica, no me eh llevado bien con ella nunca, ella es muy mimada y tiene genios de princesita, ojala y haya cambiado.

¡Eli! -escucho la voz de mi madre sacándome de mis pensamientos con un carterazo - ¿no piensas saludar? -me dice con una mirada intimidante.

Hola, ¿qué tal? -digo un poco tímida.

Hola mi niña ¿cómo estás? - me dice la mujer {mi tía} con un abrazo- cuanto has crecido-ni modo que me quede del tamaño de una niña de 6 años dat, pienso rodando los ojos y aún en sus brazos.

Muy bien tía-digo cuando por fin me suelta.

Hola señorita-dice el hombre con una voz bastante varonil -sí que has crecido-dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Yo solo asiento ya que técnicamente el no es mi tío, mi mamá es hermana de su esposa y no es que soy muy paranoica, solo es que aún no tengo la confianza como para tratarlo como un familiar.

Ok, vámonos que seguro están cansadas por el viaje y tienen hambre -por fin alguien dijo algo sensato.

Jorge -el esposo de mi tía -recogió las maletas más pesadas y nos condujo a su auto -muy bonito, por cierto -mientras tanto mi mamá y mi tía no paraban de ponerse al día -ya saben chismes de hermanas.

**

Llegamos a una enorme casa muy hermosa y sobre todo elegante. Bajamos del auto y Jorge llamó a unos empleados para que nos ayudaran con las maletas.

Eli -dijo mi tía - vamos te mostraré tu cuarto y te serviré algo de comer - la mire con una sonrisa complacida -vamos.

Sí señora -dije feliz.

¡Ey que es eso de SEÑORA! -dijo con una mirada juguetona - ¿acaso no vez lo joven y candente que estoy, eh? -dice y todos reímos entrando a la casa.

Wao es mas grande por dentro de lo que se ve por fuera tiene muchos lujos y no de la manera embuchada sino de manera elegante que llama mucho la atención -sin darme cuenta me eh quedado embobada.

Oigo que mi mamá carraspea y me doy cuenta de que todos me miraban como que si yo fuese una payasita.

Perdón -digo un poco avergonzada -su casa es muy bonita.

Gracias -dijo mi tía -vamos te enseñaré tu cuarto-dice subiendo las escaleras halándome por el brazo obligándome a seguirla 'esto se ha vuelto costumbre' -sé que te gustará, yo misma la decoré. Llegamos a una puerta que supuse que era la que sería mi habitación.

Adelante -dijo señalando la puerta, cuando la abrí no podía creerlo, era como de esas habitaciones que uno siempre quiere de niña, decorada de una forma muy bonita y con cada detalle escogido con determinación y buen gusto, me quedé observando todo con cuidado y con admiración- ¿te gusta? -preguntó, ¡¿Qué si me gusta?! Esta es la pregunta más obvia que me habían hecho en mucho tiempo.

Claro, está hermosa me encanta-logré decir embobada y muy emocionada -muchas gracias, tía -y la abracé.

Me alegra que te allá gustado -dijo -vamos a comer los empleados subirán tus maletas luego.

Solo asentí y le di un último vistazo a mi grandiosa, genial, estupenda habitación-sé que son sinónimos, pero es que estaba muy emocionada- y la seguí.

Ya abajo estábamos comiendo un delicioso sushirrito. Todos estaban muy entretenidos conversando, pero yo solo me aferraba a la comida-no es que soy glotona es solo que, ¡caramba! ya casi moría de hambre.

Y tú Eli ¿tienes novio? -dijo mi tía en una forma juguetona y haciéndome atragantar con el sushirrito, tocí y mi mamá me pasó un vaso con agua y me dio palmadas en la espalda - ¿estás bien? -dijo preocupada.

Sí, estoy bien disculpe -dije -y no, no tengo novio-y no lo tendré en mucho tiempo{pensé}.

No tenía muy buena experiencia de una relación amorosa, son cosas del pasado pero que influyen en el presente. Y decidí no entablar una relación en mucho tiempo.

¡Que raro¡ -dijo mi tía -eres muy bonita, aunque me alegra que no te distraigas con eso y que pienses en tu futuro.

Yo solo asentí -aunque no muy conforme ya que nunca pensé ni pienso que una relación sea una distracción, al menos para mí no, tengo muy claro lo que quiero -pero no tenía ganas de discutir con ella ese tema, al menos por ahora, ella se ha portado muy bien conmigo. Ahora bien, si hubiese sido unas de mis otras tías metiches - ¡¡ayyyyyy!! —no duraría en responderles porque son de las que piensan que sus hijas son unas santas no sabiendo que están criando unos demonios.

Por cierto, tía-digo - ¿y Mónica? -no es que la extraño {obvio no} solo que se me hacia raro no verla en todo el día.

Ella anda con sus amigas en el mall -dijo muy segura de ello -seguro ya está por llegar.

Y como si se hubiese llamado, esta hizo presencia en el salón del comedor -estaba muy bonita no lo podía negar, era rubia con ojos claro y alta, estaba vestida de una forma muy in fashion -esta me observó de arriba abajo con una cara extraña, luego la suavizó y dijo:

Hola primita -dijo en con una voz chillona, no sé porque me dice "primita" si somos de la misma edad, seguro es porque sabe que me fastidia que me diga así.

Hola Mónica, ¿cómo estás? -traté de ser amable.

Muy bien primita-y sin darme cuenta se abalanzó encima de mí y me abrazó y dijo-me alegra que estés aquí, nos divertiremos mucho primita- dijo esto último en un susurro.

Si que nos divertiremos -pensé- ya no soy la misma de 6 años querida Mónica, ya no.

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