-Nanda Parbat-

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¿Qué pasa cuando por instinto dejas a un árbol crecer torcido? ¿Será que por si mismo se mantendrá recto con el pasar del tiempo? ¿O necesita toda clase de ayuda para enderezarlo?

Esta regla, por muy básica o sencilla que parezca es lo que hace tan especial al hombre que rige desde hace un año la organización terrorista conocida como La Liga de Asesinos.
Damian Wayne, también conocido por su pueblo como Khifa Al Ghul a pasado este último año con inquietudes, con sutiles declives de sus obligaciones como Ra's Al Ghul para buscar al sucesor indicado.
El joven con el cabello mas largo hasta el cuello y rizado, la cara exhausta de alguien que no parece dormir de noche y vistiendo una armadura color negra, con la figura de un dragón en el pecho de su armadura gruesa, con los bordes decorados con franjas amarillas, dos cuervos tallados en sus hombreras. Escucha la voz de aquella mujer de piel gris que conoció en su niñez.
Parece que Raven es esa voz que le pide a Damian que no actué bajo los parámetros y condiciones de la Liga, como si hubiera estado hablándole desde el momento en el que se puso ese traje negro con la máscara de murciélago y el símbolo del mismo teñido de rojo.
Lo guío para tomar mejores decisiones, para no ser un asesino.
Se puede decir que Damian tomó esto como un mantra, como si Raven fuera la que le hablara y no su padre por decir algo.
Damian ahora no perdía el tiempo en otras cosas, su misión era unificar a las colonias separadas de Nanda Parbat para así encontrar a su sucesor, pero no era nada fácil.

__Ra's Al Ghul nunca se presentó en persona aquí__ Dijo el Alto mando, Marik Ul Sar de las tierras del sur.
Nanda Parbat no solo se dividía en una zona. En el pasado, antes del evento conocido como El Exilio del Príncipe, las colonias principales se dividieron, la que mas supo progresar fue la colonia de los Al Ghul, dado a que su longevidad gracias a las fosas de Lázaro les darían mucha ventaja.
Principalmente a Talia y Ra's.

__Eso puedo suponerlo, pero Ra's Al Ghul ya no está aquí, sus costumbres y rencores fueron enterrados__ Respondió Damian frente a el. Ambos en una parte de la montaña mas alta del sur, en una parte que podría ser una sala de reunión, ambos frente a frente con una fogata en el medio.

Marik era tan viejo como el siglo, en su cara se veía la longevidad y sutil ira que corría por sus venas al tener que estar frente a un Al Ghul.

__Mis ancestros, joven Khifa, nunca fueron adeptos de la forma de trabajar de su abuelo.
No creo que honraría sus sacrificios por nuestra tierra si le doy lo que usted me está pidiendo.

__Por estas tierras Nanda Parbat es básicamente una súper potencia, en el mundo entero podría ser una de las mas grandes, con su liderazgo y moral, el estado podría ser de los mas ricos en el mundo.

__¿Sin embargo busca que el mundo pretenda que el historial de su abuelo se borre solo por un nuevo líder? No crea que Nanda Parbat será vista como una zona amigable si se enteran que gran parte de los conflictos y dolencias en su mundo han sido causadas por ustedes, los Al Ghul.

__El mundo no tiene por que saber...

__¿La verdad?...

Damian bajó la cabeza, mirando el suelo y sintiendo el calor de la fogata, después miró de vuelta a los ojos cansados del anciano.

__En mis casi cien años de vida me e topado con una mirada similar a la suya, la mirada de un hombre que busca concebir el acto de cobardía mas deshonroso de todos... incluso para su familia.

__¿Que clase de acto?

__El escapar, huir sin mas de sus obligaciones, o mas bien de los problemas...

__No sabe nada de mi...

__No, pero reconozco a un hombre que esta desesperado por huir en cuanto lo veo. Pero su caso es especial, podría irse en cualquier momento, pero quiere hacerlo sin que lo estén asechando de por vida, es como si su único medio de escape, fuera uno en el que se sienta bien consigo mismo...

Long Live The BatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora