Capitulo 24 Duras y sinceras palabras

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30 de Julio 2019

11: 32 p.m.

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Y la sombra que te persigue
Puede estar llena de dolor e historia
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Me iré a dormir —  digo ante Octavio, quien me mira y asiente con el celular en mano y Roberto hablando con unos hombres quienes cuidan la casa.

— bien — No hubo más respuesta de él. Ni siquiera un abrazo, o al menos y beso.
Camine por el pasillo hasta llegar a un punto de donde no pude seguir por sentirme triste de alguna u otra manera.

¿Qué planea?

¿ Qué trata de hacer contra ése quien se ha logrado esconder muy bien?

— ¿Ámbar? — Las manos de mi hermano me ayuda a caminar hasta mi habitación — ¿Por qué no te esta trayendo a descansar? — Me dice mientras me deja en la cama y camina hacia la jarra de agua — debes de estar agotada, bebe — Tomo lo que me ofrece, aunque lo bebo todo, necesito más

— Gracias. — Largos segundos pasamos sin decir ninguna sola palabra por estar así. Alexis supo lo que pasó, me ayudo con calmar a la chica quien lloraba diciendo que no lo hizo.
Octavio me hizo hacer una prueba de sangre de inmediatamente, si alguna sustancia estaba en mi cuerpo teníamos que realizar algo de urgencia. La prueba salió negativo, y de ello tuvimos que ir con la ginecóloga, quien Octavio hizo que cerraran el hospital. Mi doctora solo dijo que debería él dejar de tenerme de un rato a otro, aunque haya pasado eso, tenía que estar en casa.

Octavio no paro por más de una hora recriminando de que sí, debí quedarme en casa preferí quedarme en silencio sin ni siquiera prestar atención a lo que me decía

  — ¿Qué hago?, Ya estoy... Harta de que piense que yo no quiero cuidarme, me cuidó Alexis — mi hermano asiente — Pero seguir aquí, seguir encerrado también me cansa, no creí que pasaría algo así — Lo digo — No he hecho ésto intencionalmente

— Habla con él de una vez por todas — La voz que emplea mi hermano, me hace sentir pequeña.

Parezco ser la hermana menos pidiendo consejos.

— No... No puedo — Y sigo trabando mis palabras.

— Sino lo haces, aquel nudo que te aguantas — Levanto la mirada sorprendida — Si, la que te aguantas, nunca desaparecerá. Esperalo y hablen de una buena vez por favor — Siento que esto va más allá de lo que podría llegar a ser.

— Tienes razón — Hago una pausa — por primera vez — Le sonrío, aunque él me la devuelve con una sonrisa sarcástica.

......

Llevo como 45 minutos sentada en la cama, apoyada contra el respaldo de la cama, sigo cabeceando luchando contra el sueño que se quiere adueñar de mis ojos.

Tiene que ser hoy, sino es hoy, mi valor y coraje no volverán más.

Miro una vez más la esquina por dónde espero que ya entre Octavio.

Cierro los ojos por unos segundos breves, no quedaré dormida.

— Ámbar —  me exaltó por escuchar la puerta siendo cerrada,  abro de sorpresa los ojos causando que mi cabeza se vaya para atrás golpeando — Con cuidado — dice sin mirar.

— Octavio... — Digo en medio de mi queja de dolor

— Podías haberte dormido, debes de estar muy agotada — Suena tentador hacerlo, pero no puedo.

Manipulado por mi Secretaria © [COMPLETA ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora