-Black Cat- Jimsu

Seven

*Jajaja, perdón, ayer estaba tan muerta de sueño que no me había dado cuanta de que no le puse nombre al cap y solo lo dejé con el día de la semana (que pongo para no perderme) jsjs estoy bien mensa*
Ahora si, prosigan.

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─ AAGHHH, YOONGI, ECHALOOO ─ Gritó Jimin mientras recogía sus piernas en el sillón, observando a un gran ratón que de alguna forma se había colado en la casa.

─ Todavía no entiendo que quieres que haga ─ Replicó Yoongi relajadamente mientras sorbía su jugo de la bombilla.

─ No sé, eres un gato, ¿los gatos no ahuyentan a los ratones?

Yoongi soltó un suspiro cansado.

Sin inmutarse tomó una caja plástica y logró meter el roedor dentro para luego correr al patio y soltarlo fuera.

─ ¿Feliz? ─ Preguntó con una sonrisa sarcástica mientras tiraba la caja al lava platos. De seguro Jimin lo haría desinfectarla totalmente ─. No entiendo cómo pudiste estudiar para veterinario si le temes a los roedores.

─ ¡Oye! Yo no le temo a nada

─ Ajá, ¿y me puedes explicar qué es eso? ─ Dijo con voz sorna mientras señalaba con el dedo índice a Jimin aún con las piernas recogidas sobre el sofá en una posición de defensa.

─ Bueno, tal vez me dan un poco de asco...

─ Mmm, un poco, claro.

─ De todas formas, esa es una de las razones por lo que dejé la carrera.

─ Osea si les tienes miedo

Jimin abrió la boca para responder, pero la cerró nuevamente al no saber qué decir. Dirán que es estúpido, pero a Jimin su miedo a los roedores -sobre todo a las ratas y sus derivados- era un tema bastante vergonzoso para él. Osea ¿Qué tipo de macho pecho depilado chillaba como damisela en apuros de una clásica película de princesas cada vez que un pequeño ratón se hacía ver?

A Yoongi este tipo de situaciones le parecían bastante graciosas, y con una pequeña risita, solo para molestar más al pelinaranja, dejó un casto beso sobre los esponjosos labios del menor, provocando que sus suaves mejillas se tiñeran de un leve color rojizo.

Jimin no podía evitarlo. No podía negar que le encantaba cuando Yoongi lo besaba, aunque no lo admitiría. Desde ese lunes no había dejado de hacerlo, de hecho el menor estaba seguro de que lo hacía totalmente consciente de lo que provocaba en él. Y hey, eso era bullying indirectamente, o al menos para criterio del pelinaranja.

─ Todavía no entiendo para qué me recogiste ese día, digo, se nota que no me quieres aquí.

─ Pues claro, yo quería un gato, ¡un gato! No un chico calenturiento. ─ Bufó Jimin con los brazos cruzados. Vaya que ese chico era todo un libro abierto. Llevaba una sola semana con el y ya podía darse cuenta cuando estaba mintiendo, como en ese momento, por ejemplo.

─ Meh, si quieres me voy

─ ¿Ahora?

─ Sip, ahora.

─ Pero-

─ Bueeeeno, me alegra haberte conocido, suerte en la vida, Park Jimin. ─ Dijo poniendo su mejor cara seria mientras caminaba a su habitación, aguantando la risa a duras penas. No puedo negar que se desilusionó un poco cuando el chico de mejillas esponjosas no hacía nada por detenerlo pero esa corta sensación desapareció al ver que el pelinaranja estaba cayendo. Estaba logrando su venganza. Ahora, de qué quería vengarse esta vez, nadie lo sabe.