𝑾𝒆𝒕 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔 𝒂𝒏𝒅 '𝒋𝒐𝒌𝒆𝒔'

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¡Oh mierda!

El castaño estaba mordiendo la parte interna de mis muslos. Oh joder, y su lengua...

Pegué un grito, su húmedo músculo se perdió entre mis piernas. Cada lamida era un sonido, más obsceno que el anterior, que salía de mi boca.

Metió un dedo, rogué por un segundo dígito. Acató mi petición.

Ahora se movían tres dedos y su experta lengua dentro mío, mi punto dulce estaba siendo exquisitamente atacado.

¡Al fin alguien sabía dónde se encuentra el puto clítoris!

A punto de tener un orgasmo, este chico para en seco. Me quejo hasta que siento entrar su miembro completamente de golpe.

¡La puta madre!

En cada estocada mis pechos rebotaban, podía ver su traviesa sonrisa, quería aplastar su cara en ellos.

Empecé a escuchar el sonido de mi computadora.

Esperen... ¿Mi computadora?

Despierto de golpe y con la respiración agitada. Hace mucho no tenía sueños húmedos. Y nunca con este idiota.

¿Será la falta de sexo? Mmm quizás.

Y es exactamente ese tonto el que estaba llamando a mi computadora. Fui deprisa al baño, me lavé la cara y arreglé un poco mi apariencia.

Impaciente, Johnny insistía llamando. Al contestar, pude ver su lindo trasero en toda la pantalla.

-¡Johnny! La cámara está aquí.- Se dio vuelta y vi un bulto.- Hey... Te dije que quería una conversación normal...- dije escondiendome en mis manos, ni siquiera podía verme el rostro pero estaba avergonzada.

-¿Uh? Pero si siempre se ve así con jeans ajustados...- ¡¿Qué mierda?! Tenía un puto monstruo en su entrepierta.- Bueno habla, que me prometiste diversión.

-No te prometí nada.

-Mmm tienes razón, pero me la debes al hacerme tener una conversación incómoda con mi madre después de que cortaste.- solté una risa escandalosa.- ¿De qué te ríes? Tuve que decirle que eras mi novia, sino mi imagen de un hijo ejemplar quedaría en el suelo. Tampoco quiero que se entere que tengo erecciones con una chica de New York sin conocerla.

¿No-novia? Ok eso me llegó directo al corazón, cosa que está muy mal, muy muy mal.

Nunca me enamoraría de un idiota con el cual tengo cybersex pero sí podría llegar a confundirme y eso me llevaría a la mierda.

Porque tiene un cuerpo que es particularmente mi tipo, pero no conozco su personalidad.

-¿Megan? ¿Estás ahí?.- volví mi vista a la pantalla.

-Sí, sí. Perdón, estaba pensando en otra cosa... Bueno, lo que quería. ¿Sabes? Me mude de ciudad a donde mi medio hermano y-

-¿Vives aquí? ...- por mi silencio, sabe que me estoy preguntando cómo mierda sabe.- Sino no encontraría otra razón por la cuál me lo dirías... Aparte, noté que esas paredes son nuevas.

De acuerdo, fue mucho más rápido de lo que creí, este chico no es para nada estúpido.- Sí, Johnny. Me cambié a Chicago.- solté, no pude evitar reír.

-Ugh, ahora se tornará más divertido esto. ¿Sabes? Podemos quedar de vernos algún día... Mmm no lo sé, si quieres claro.

Mi cabeza gritaba por decir que sí, pero mi verdadero cerebro decía que no, que era mala idea. ¡Peligro! ¡Peligro de muerte!

-Prometo hacerte ver las estrellas algún día, preciosa. Voy hacerte mía.- su maldita risa estremeció todo mi cuerpo, era un pervertido. Y sí, era peligro de muerte. ¡Al corazón!

-¡Ya cállate! Tus bromas de ese calibre no son divertidas.- toda mi seguridad se fue por la borda por aquella última frase, sonó posesivo y, mierda, me encantó.

-No es una broma... Ya te dije, es una promesa.- rió. Maldito, pensé que se lo tomaría mal y me diría "¿Aquí? ¿Chicago? Mmm creo que mejor terminamos con nuestros juegos" ¡Fue totalmente lo contrario!

-Ugh, de acuerdo.- pensar en solo la idea, si solo dejaba volar un poco mi imaginación... Se me erizaba la piel.

-Uhm...- silencio incómodo, odiaba esa mierda.- Desearía tanto que estuvieras aquí...

Okay, no estoy bien. Para nada bien. ¿De cuándo este chico crea alertas de peligro en mi cabeza? En la que me he metido... Nunca vi lo peligroso de esta situación.

Ver sus venas marcadas en sus brazos me hacían perder la cordura, sí. Pero sus palabras dulces y melosas ya me estaban hartando, al punto de acelerar mi corazón.

Sabía que esto era un juego desde un comienzo, que las palabras lindas como "preciosa" "princesa" o"cariño" solo eran ocupadas para hacer más caliente el ambiente.

Pero eso último está de más, no me pone que me digas que me quieres ahí, si no es acompañado de un "con mis manos en tu trasero", no acepto propuestas de ese tipo.

-Era broma, Megan.- soltó un suspiro, no supe diferenciar si de frustración o risa. Al parecer ahora lee mis pensamientos.- Lo único que quiero ahora mismo es ver como tus traviesas manos juegan con tu cuerpo, mientras gimes mi nombre.

Y ahí está el Johnn's Banana que conozco, el que no dice cursilerias, el que solo quiere verme disfrutar de mi misma.

-Tranquilo, Johnny. Nunca me confundiria contigo, solo que... Me gustaría que fueran tus manos traviesas, las que jugaran con cada punto nervioso de mi cuerpo.

Y aquí vamos otra vez...

Gemidos, jadeos, respiraciones agitadas, corazones acelerados por la excitación.

Nada de amor.

Cyber sex • Johnny SuhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora