𝑭𝒆𝒆𝒍𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒆𝒓𝒆𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔

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Johnny.

No entendía como Megan no ha podido reconocerme en las únicas dos ocasiones. Sobretodo en casa de Taeyong, en esa fiesta. Me duele que no haya reconocido mi voz, es más, ¡Que no haya reconocido mi cuerpo! Quizás no estaba dentro de sus cinco sentidos, y yo tampoco, pero vamos ¡Tampoco soy común!

¿O sí?

Digo, mis brazos son musculosos, no todos los tienen así... Mi abdomen también es bien marcado. ¿O será que ve muchos cuerpos y no soy el único con él que tiene cybersex? Quizá soy demasiado paranoico pero es que, por lo menos yo, no he tenido sexo telefónico con nadie más.

Sin mencionar que, la chica tiene unas curvas que hacen perder el control hasta al más santo. No me sorprendería que le vuela la cabeza a alguien más que a mí. Uh, no. Me hace sentir mal.

A Yuta probablemente le hubiera dado el privilegio de hacerle perder la cordura, ya que se aprovechó de la situación. Al ver que Megan se alejaba un poco se nosotros, corrió a ella a invitarla a bailar. Después por idiota la perdió la vista y llegó a su mejor compañía. Sí damas y caballeros, yo.

Una mierda, ese día en que Yuta nos interrumpió, además de lograr no hacerse encima también logró un lindo golpe de mi parte. No entendía porqué de los tres baños que tiene esa casa fue justamente a ese, o más bien, por qué se quedó veinte minutos ahí esperando.

YoonOh sabía que yo conocía a su hermana... De acuerdo, no exactamente los motivos pero lo sabía. Por eso nunca le pasé otra red social que no fuera WhatsApp o Skype, si se enteraba que yo era amigo de su hermano probablemente me hubiera rechazado ¿No?

Aunque en esa noche me dejó en claro que le importó una mierda, la forma en que frotaba su trasero en mi pelvis me demostró lo atrevida que podía llegar a ser. Ya en el baño solo me confirmo que no, no le importaba demasiado.

La primera vez que me había topado con ella me había quedado en shock, pensando que me estaba volviendo loco, que tal vez estaba tan acostumbrado a escuchar su voz, que ya alucinaba con ella. Pero al girarme vi esas características manos, siempre con uñas pintadas de un color carmesí y un lunar en el dorso.

Sus ojos me miraban expectantes a una respuesta y yo sentía miedo. Fui cobarde al no soltar alguna palabra, ni siquiera un 'sí' pude decir ante esos dos orbes color verde.

Y, por si no fuera poco, no estaba pensando las cosas que decía, cada vez tiraba frases con más cursilería que la anterior, y ya no estoy creyendome que sea para 'calentar el ambiente' cosa que me está asustando. Si bien a veces muestra su atrayente personalidad, considero que no es suficiente.

O quiero creerlo.

¿Tres meses? Han pasado desde nuestro primer mensaje. Mostró seguridad y confianza desde el primer día, cosa que me sorprendió bastante y también me atrajo.

Es por eso que mostré igualmente confianza. Intenté hacer el papel del chico fuckboy y al parecer me salió a la perfección.

Ver como sus manos se perdían de entre sus piernas no pensé que iba a ser tan... Excitante.

Como su cuerpo se movía al compás del mío, como su voz va cambiando a medida que más placer siente. El lío de gemidos y jadeos en el que se transformaba al llevar un ritmo más rápido a sus dedos.

Mierda, me vuelve loco el solo recordarla.

...

También quiero escuchar tus gruñidos y jadeos en mi oído, Megan.

Deseo tocar cada rincón de tu cuerpo con mis manos. La otra vez solo fue una muestra de lo mucho que te puedo dar. Soy una caja de sorpresas que desea ser abierta, y estoy decidiendo que tú seas la afortunada.

Oh, pequeña Megan, no miento al decir que me encantaría tenerte a mi lado, devorar tus labios tanto como quisiera. Apretarte entre mis brazos. ¿Demasiado cariño? Quizás, pero es porque creo estar cayendo en tus manos, en esas caricias que me brindaste ese día.

Haces que mi piel se derrita ante tu tacto, quemas como el inferno.

Y yo soy un angel que desea ser corrompido por ti. Porque pude ver de lo que eres capaz y no pienso perderme esta aventura. Seré posesivo o mandón a la hora de nuestras travesuras, pero déjame admitirte que quiero ser tu títere.

Diría muñeca inflable pero no suena sensual ni romántico. Seré tu juguete a la hora de entregarte mi cuerpo, pero no me pidas mi corazón.

Quiero creer que solo eres un pequeño demonio, no el diablo. Hasta entonces, no te entregaré mi alma.

Y creo que ya me estoy yendo en demasiadas palabras lindas, lo único que trato decir es; Ven y follemos.

¡Qué demonios!

¡Absolutamente no! ¡Nunca diría tales palabras!

Sí, tengo que confesarle que soy el 'chico de los fideos', como me contó YoonOh que me apodaba. Pero no lo haría de esa forma. Esta tonta carta no sirve.

Pero no tengo idea de cómo hacerlo, llevo una semana intentándolo pero termino con mis pantalones y ropa interior en el suelo, soltando gruñidos y con voz ronca.

Mmm sí, no es como que insista mucho en que me escuche.

Ya que luchar con ella no vale la pena, apenas empiezo ya sé que perdí. Me encanta.

Cyber sex • Johnny SuhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora