La ciudad del pecado está fría y vacía, no hay nadie para juzgarme esta noche.
Y es que estoy caminando apresuradamente al departamento de Johnny, me siento cegada por las luces pero no puedo dormir sin sentirlo tocarme. Hoy no me dejaría con las ganas.
Lo he intentado llamar y no contesta, quise creer que era por estar durmiendo y no otro motivo.
Para mi mala suerte, no tuvo que hacer mucho para encenderme, con solo una caricia logró prender todo mi cuerpo.
Hoy quería ahogarme en gemidos, no en la soledad de la noche, en mis sábanas frías. Confiar en que sus brazos me aceptaran y volvernos, al fin, uno solo.
Apuro más mis pasos, siento que se me acaba el tiempo. Y solo quiero hacerle saber que las videollamadas ya no son suficientes y que esta vez, no lo iba a dejar escapar otra vez.
Llegué al alto edificio, pude divisar como el conserje estaba dormido y fue fácil escabullirme hasta el ascensor. Marqué el décimo piso, y los segundos por llegar arriba se me habían eternos. La molestia entre mis piernas se estaba haciendo notar con solo pensar en lo que haría.
Al abrir el ascensor sus puertas, pude ver como Johnny salía del departamento correspondiente, su mirada me transmitió una corriente por todo mi cuerpo. Apure mis pasos hasta llegar a Johnny, quién no se había movido ni un centímetro.
Sus ojos viajaban desde mis ojos a mis labios, podía notar su respiración agitada al mismo ritmo que la mía. Sus labios se abrían para decir algo que luego se arrepentía, sus manos se movían inquietas debajo de los bolsillos de sus pantalones. Amaba ponerlo tan nervioso.
Decidí dar el primer paso y uní nuestros labios, encajaban a la perfección y en un ritmo muy apasionado, como si no nos hubiéramos besado en toda la fiesta. Sus movimientos me dejaron ver el hambre que tenía, y yo, estaba dispuesta a sacrificarme.
Johnny atontó todos mis sentidos en el momento en que me acorraló contra la pared, me tomó de los muslos e hizo presión contra sus caderas, después de dejarme casi sin aire me soltó y abrió la puerta del departamento, la mirada cómplice que nos dedicamos sería la clave para entrar a un mar de placer.
Cerró la puerta tras suyo y no pude admirar mucho el departamento a oscuras debido a que el castaño otra vez me tomó de los muslos, solo que esta vez dejándome arriba de la encimera de la cocina americana.
Me deshice de su chaqueta y él de mi abrigo, saqué su playera y pude, al fin, ver esos abdominales en HD, sin pixeles de por medio. Quedé embobada por como la luz de la luna alumbraba su piel, parecía de película.
Sacó mi blusa y fue directo a atacar mi cuello, podía sentir las lamidas y chupones que hacía en aquella zona. Probablemente dejaría marcas.
Apegó nuestros cuerpos mientras el seguía entretenido, por mi parte mis manos jugaban en todo su cuerpo. Desabroché su cinturón y metí una mano en sus pantalones, pude sentir el gruñido salir de su garganta chocar en mi hombro. Le daba pequeñas caricias o jugaba con el elástico de su ropa interior.
Los jadeos de Johnny no se hicieron esperar en el momento en que mi mano se escondió en su boxer, empujaba sus caderas o sostenía las mías con rudeza.
De un segundo a otro se alejó de mi, se deshizo de sus pantalones quedando únicamente en la ropa interior negra. Pude ver la mancha de humedad marcada en estos.
Se abalanzó nuevamente a devorarme los labios, está vez enrede mis piernas en sus caderas y me tomó de los muslos. Enredé mis brazos en su cuello mientras me cargaba a su habitación. Oh mierda.
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Cyber sex • Johnny Suh
FanfictionQue buen momento para vivir. • 𝘐𝘯𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘊𝘺𝘣𝘦𝘳 𝘴𝘦𝘹, 𝘋𝘰𝘫𝘢 𝘊𝘢𝘵. Y como mil canciones más así q disfruten ;)