* 6 *

10.8K 925 38
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Corté el teléfono porque sabía que Miriana estaba incómoda, ya era suficiente para mí saber que quería escuchar mi voz y que había días que me extrañaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Corté el teléfono porque sabía que Miriana estaba incómoda, ya era suficiente para mí saber que quería escuchar mi voz y que había días que me extrañaba. ¿Por qué todo era tan difícil? ¿Por qué no podía correr y abrazarla, llenarla de besos y derretir con todo mi amor esa coraza de hielo con la cual ella rodeaba su corazón?

Nunca la había dejado de amar y ella lo sabía, nunca se lo había ocultado. Yo salí de su vida porque ella me lo pidió, y uno cuando ama a alguien hace lo que esa persona necesita para ser feliz, y ella necesitaba que yo saliera de su vida. Pero no importaba cuánto tiempo pasara, no importaba cuántas cosas sucedieran en el medio, ella siempre sería el amor de mi vida y jamás me arrepentiría de todo lo que vivimos.

Mi vida era solitaria, estaba completamente abocado al trabajo y a los proyectos, así como también a mi pequeña Sofy con quien me encantaba pasar tiempo y hacer locuras. Nos gustaba cabalgar, o viajar en el auto escuchando música y cantando, le había enseñado a tocar la guitarra y solíamos cantar juntos. Ella tenía todo el talento de su madre, y divertirme con ella me regresaba a la vida, me recordaba a mis días con Miriana, esos días en los que nos sentíamos los dueños del mundo.

No estaba en ningún proyecto grande, había terminado de grabar una teleserie hacía dos semanas atrás y para descansar me había tomado un mes de vacaciones. Estaba componiendo unos temas para unos artistas españoles, pero lo había pospuesto todo por la llegada de mi princesita a casa. Lo único que no pude cancelar fue la grabación del comercial del perfume, ese del cual llevo años siendo la cara. Iban a sacar una versión femenina y yo debía grabar el comercial con una modelo que sería la cara de esa nueva versión. No la conocía, me dijeron que se llamaba Adriana, pero no sabía mucho de ella y tampoco me interesaba investigar. De todas formas, la grabación se llevaría a cabo en una playa y había pedido permiso para llevar conmigo a Sofía, ya que sería el martes de la semana que ella estaría aquí. Sabía que a ella esas cosas no le gustaban, pero no quedaba otra, no pensaba dejarla sola.

En algún momento entre mis cavilaciones me quedé dormido y mis pensamientos empezaron a volar.

—Nico, hay días que te extraño —dijo Miriana entrando de repente a mi habitación.

El amor después del dolor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora