CAPÍTULO 8

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Era miércoles en la mañana y se sentía terriblemente observado, estaba en su última clase del día y desde que había entrado al aula sentía como alguien no apartaba la mirada de él. Aquello fue incómodo por lo que, buscó en todo el aula quien era la persona que lo miraba pero, todos parecían atentos a lo que decía el profesor.

Suspiró e intentó ignorar aquel hecho y estaba seguro de que lo logro, ya que, pudo prestarle atención únicamente al profesor pero, cuando terminó a la clase pudo sentir que alguien además de observarlo lo seguía y dios, ¡Ya no soportaba aquello! Por lo que miró hacia todos los lados buscando a la persona que lo observaba pero, no había nada y su lobo empezaba a alarmarse.

Taehyung decidió dirigirse rápidamente a la salida de la universidad, iba a llamar a su hermano para que viniera a buscarlo ya que no sentía seguro irse solo en esa ocasión pero, recordó que este tendría una junta importante en la empresa de su padre por lo que no pudo y su madre y su padre no se encontraban por su aniversario de bodas.

Estaba perdido.

O eso fue lo que pensó hasta que sintió una mano en su hombro y el característico aroma que volvía loco a su lobo.

—¿Sucede algo?— preguntó el alfa abrazándolo desde la espalda y Taehyung sonrojado lo miro confundido—. Siento un fuerte aroma a miedo en ti— dijo el alfa dejando su nariz en el cuello del Omega que suspiró ante la cercanía.

—Desde que empezó mi última clase sentí como alguien me observaba pero, decidí ignorarlo aunque, todo empeoró cuando terminó ya que, sentía como me seguían— le informó y el alfa frunció levemente el ceño dejando un beso en su cuello.

—¿No te fijaste en los aromas?— preguntó y Taehyung negó.

—Todos los aromas se mezclaban y no podía enfocarme en uno solo— dijo y Jungkook suspiró asintiendo. Se alejó de Taehyung y entrelazó sus dedos para así ambos empezar a caminar hacia la casa del Omega.

—Tienes suerte de que hoy mi trabajo haya terminado pronto— dijó y el Omega sonrió asintiendo. Pudo sentir como la mano de Jungkook se aferraba a la suya y era lindo, porque parecía no querer dejarlo ir a pesar de que él no tenía la intención de huir. 

Además, ¿Por qué huiría?

Taehyung decidió no darle más importancia a aquello y le dió toda su atención al azabache que hablaba y le hacía preguntas al azar haciendo reír a Taehyung en ocasiones. Ciertamente Jungkook era divertido, además de eso romántico y sentía como cada vez caía más a sus pies.

—Canelita, ya llegamos— susurró Jungkook contra su lóbulo haciéndolo temblar levemente. Sintió su sangre hirviendo subir hasta sus mejillas llevándolo a tener un pronunciado sonrojo que hizo sonreír de ternura al azabache que sin poder evitarlo pellizco una de estas.

Taehyung suspiró y abrió la puerta de su departamento encontrándose con el fuerte aroma de su hermano inundar la cosa entera consiguiendo que su estómago se retorciera. Su hermano estaba en celo y su aroma era mucho más fuerte que nunca.

—Oh no...— suspiró Jungkook olfateando el ambiente, podía percibir un dulce aroma a Omega provenir de la casa de al lado. Ante ello su lo lobo se removió incómodo.

—Hyung... ¿Está bien que usted esté aquí?— preguntó el Omega y el alfa lo miró con una dulce sonrisa asintiendo. El Omega sonrió y le hizo pasar llevándolo directamente al salón donde lo hizo esperar.

Taehyung subió corriendo a la segunda planta y dejó sus cosas en su habitación ignorando el estado de su hermano. Podía escuchar los gruñidos y jadeos que este soltaba incomodandolo en sobre manera, probablemente este esté solucionando sus problemas y él estaba allí presenciando aquello... Dios, que perturbador.

LINDO OMEGA |𝐊𝐕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora