O5. De colores y paredes.

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一Hey, niño.

El aludido giró su cabeza hacia un lado con extrañeza luego de que varios objetos cayeran a su lado en la mesa, creyones, papel y algo de pegamento, también un papel color verde que resultaba tentador para su idea de hacerse una corona como la de los reyes del bosque en la serie que su papá había comenzado a ver recientemente. Al ver las cosas que aquel gigante desconocido de cabello negro había dejado allí para él alzó su pequeña cabeza, ¿Qué se supone que hiciera con eso?

一Son colores, para que colorees ¿Entiendes? 一Le explicó lento el gran rascacielo de traje negro y boca pequeña一 para que dibujes en el papel o lo que sea que hagan los bebés.

Kai frunció el ceño a la vez que lo observaba, más interesado en pensar en cómo podría escalar hasta su cabeza en lugar de lo que se supone intenta a explicarle.

¿Recuerdan cuando hablamos de los únicos dos amigos cercanos de Yeonjun? Bueno...

Aquel gran hombre de porte imponente que solo causaba expresiones confusas o indiferentes en el pequeño bebé NingNing era uno de esos dos.

Se llamaba Choi Soobin, era un hombre ya adulto 一hecho y derecho, alto, dominante, lleno de testosterona, diríamos pecho peludo como típico macho mexicano de telenovelas, pero era casi lampiño gracias al asco que le causaba el vello corporal一, con un coeficiente intelectual perfecto para resolver problemas administrativos, pero inútil como un maní cuando se trataba de criaturas recién nacidas, Soobin trabajaba en la misma empresa que Yeonjun, solo que con un puesto mucho más arriba al ser el heredero del bufete. Su cabello oscuro caía por su frente, tapando sus cejas bien definidas y luciendo uno de esos peinados que al pequeño castaño le parecían iguales a un coco, completamente liso.

También era monstruosamente alto y desastrosamente cómico, nada más intentado sentarse en la diminuta silla junto al bebé su pantalón casi se rasga en una parte poco conveniente.

Fue divertido.

Al menos para Kai, quien fue el único que pudo apreciar su expresión sorprendida de ojos exageradamente abiertos y cejas levantadas.

Luego de haber sido engañado, estafado y ultrajado por su padre 一quien lo subió a la camioneta diciéndole que irían al patio de juegos, apagando su emoción al momento de estacionarse en un edificio que muy probablemente no tenía una piscina de pelotas一, Yeonjun lo había dejado en aquella aburrida oficina de colores aún más aburridos como el negro, gris y blanco, con solo una pequeña planta en su escritorio dando algo de vida al lugar mientras según iba a resolver asuntos "importantes" en algún lado. ¿Qué era más importante que jugar con él? Se preguntaba Kai, pero no encontraba una respuesta lógica en su pequeño y efectivo cerebro de infante.

Aunque de todas formas no podía pensar mucho en eso sí el noventa por ciento de su sistema estaba concentrado en su dibujo.

Cuando lo dejó ahí la oficina era un gran lugar de exploración rocosa que realmente no llamaba mucho la atención del bebé, rato después una muchacha agradable y un chico con un rostro felino llegaron con una mesa color rosa perfecta para su estatura diminuta, también le trajeron colores y papel. Al bebé le brillaron los ojos al ver aquello.

Así fue como llegamos hasta aquí, con un adulto ignorante sobre cualquier cosa relacionada a especímenes en desarrollo intentando explicarle a un pequeño con melena castaña desordenada como un león cómo dibujar cualquier tontería, siendo que el bebé lo haría mejor.

Soobin suspiró frustrado cuando sintió la tensión en su espalda, frunciendo inconscientemente su ceño, razón por la que luego de pensarlo un poco se sentó junto al niño en una de las pequeña sillas de juguete que habían, tomando una hoja y la caja de colores para comenzar a explicarle cómo colorear.

✎┊「 Las aventuras de Choi NingNing 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora