None of your business

5.6K 392 16
                                    

-Oruro, ¿Dónde estabas? - Dijo Billy completamente enojado. Al lado de él se encontraban Leah, Seth y Sue. Sam me dio un suave empujón para que respondiera de una vez.

-Fui al bosque, sola. Quería... Quería encontrar pistas sobre lo que le sucedió a Francis. Se que todos piensan que fue un simple asesinato, pero no lo es. Encontré mucha información que ustedes pasaron por alto. Un frío estuvo involucrado y planeo encontrarlo. Vine a Forks para encontrar a mí hermano y sino puedo verlo, entonces me voy a encargar de encontrar a su asesino -. Dije tratando de no enojarme. Mí control era excelente, necesitaría más que está disputa para transformarme. Pero de todos modos, Billy siempre lograba hacerme enfurecer. Respetaba el hecho de que hubiera conocido a mí padre y que quiera cuidarme, pero no puede tratarme como si fuera su hija cuando claramente no lo era.

-Oruro, no podes irte así como así. Hay cosas que no sabes sobre Forks. Hay una familia de vampiros en la zona, los Cullen. Ellos pueden vivir y cazar en su área. Mientras que nosotros debemos de proteger nuestra área, la cual es La Push y la reserva. Si traspasas los límites podes crear conflictos innecesarios -. Dijo Billy tratando de calmarse.

-¿Le permiten a los fríos cazar humanos?

-No, ellos tienen una dieta distinta. Cazan animales únicamente, en caso de que se alimente de algún humano nosotros podemos atacarlos. Pero mientras respeten el tratado no podemos hacer nada.

-Así que hicieron un tratado con los fríos. Eso es una locura. Además, ¿Qué tiene de malo que esté en el bosque? No traspase esos límites -. Dije haciendo comillas con mis dedos al mencionar los límites. No entendía porque tanto alboroto.

-Un integrante de nuestra especie falleció hace poco a causa de un vampiro nómada. Todavía sigue suelto y merodea la zona. No es correcto que deambules sola.

-Un frío no es nada nuevo. Si llegara a encontrarme lo, simplemente lo asesinaría y ya. No es tan difícil.

-Oruro, te prohíbo que vayas otra vez al bosque. Es peligroso.

-No sos nadie para ordenarme lo que puedo o no hacer -. Dije sintiendo como mí cuerpo comenzaba a temblar. Podía contenerme un poco más, pero si esto seguía así, era muy probable que todo acabará en problemas. Billy palideció un poco al ver mí estado.

-No quiero obligarte, es por tu bien.

Ese último comentario fue el colmo de mí paciencia. Me transforme en lobo y me acerque a Billy lo más que pude, mostrándole mis dientes y soltando un fuerte rugido que hizo retumbar el suelo. Sin embargo, no llegue a tocarlo o lastimarlo. Antes de que pudiera retroceder, alguien me empujó a un costado, logrando que termine muy lejos de Billy. Sacudí mí cabeza un tanto confundida, ¿Quién mierda me había empujado de esa forma? Abrí mis ojos de par en par al notar al metamorfo delante de mi. Su pelaje era más corto que el mío y el color era un marrón un tanto anaranjado. No podía descifrar quien era exactamente, pero al empujarme de esa forma, me había "declarado" la guerra. Lancé un nuevo gruñido y corrí hacia el lobo, él también corrió en mí dirección y ambos terminamos colisionando. Nos repartimos patadas, mordidas y arañazos sin pensar en las consecuencias. Pude escuchar a lo lejos como los demás nos pedían que paremos, pero era imposible. Los dos nos encontrábamos sumamente enojados y no podíamos parar. Otros dos metamorfos aparecieron y nos rodearon. El metamorfo de pelaje negro se llevó a mí contrincante, mientras que otro metamorfo de pelaje gris me opuso resistencia. Intenté escaparme de él, pero este se cruzaba en mí camino, impidiendo que vuelva a atacar al lobo.

-¡Suficiente los dos! - Dijo una voz en mí cabeza. Observé extrañada al dueño de aquella voz. ¡Era Sam!

-Yo soy el alfa en mí manada. No soy parte de la tuya, así que no pienso seguir tus órdenes -. Dije mientras caminaba hacia el lobo de pelaje negro. Mí tamaño era mayor que el suyo, sin mencionar que mí cuerpo era más robusto. Sin embargo, Sam seguía mirándome fijamente. Además, el lobo de pelaje gris seguía interponiendose entre nosotros.

-Quiero que hablemos. Pero no así -. Fue lo último que dijo Sam, soltando un bufido.

Solté mí último gruñido y solamente asentí. Billy me hizo una seña para cambiarme detrás de unos árboles, mientras que Leah sostenía unas prendas de ropa entre las manos. Tomé la muda de ropa de entre las manos de Leah y me fui a cambiar detrás de los árboles. Una vez que estuve lista, salí de entre los árboles para encontrarme con Jacob y Paul.

-Perdón por haberte atacado. Pero no sabía cuáles eran tus intenciones con mí papá, no podía dejar que lo lastimaras -. Dijo Jacob frotandose el cuello.

-Jamas lastimaría a Billy, Jacob. Pero todos tienen que entender que quiero venganza. Y... Perdón por haberte mordido tan fuerte -. Dije desviando mí mirada hacia el suelo. Sí, es verdad, me había dejado llevar un poco.

-Yo se lo que querés, podemos ayudarte, pero vas a tener que estar acompañada -. Dijo Sam cruzándose de brazos. Suspiré con pesadez, pero asentí de todas formas.

-Esta bien, la próxima vez prometo avisar.

Todos parecieron calmarse y Sam se retiró del lugar, seguido por Paul. Él me había encontrado merodeando en el bosque mientras patrullaba el lugar. Ni bien me vio, me corrió a la casa de Billy. Todos entramos en la casa y nos acomodamos.

-Billy, perdón por haberte dicho esas cosas. Es solo que... No estoy acostumbrada a que alguien esté cuidandome de ese modo. Mí papá era un poco más liberal, nos dejaba hacer lo que quisiéramos cuando quisiéramos. Pero tenés razón, no es mí casa ni mucho menos mí pueblo. No puedo irme así como así -. Dije mirándolo directamente a los ojos. Billy asintió y me dedico una sonrisa.

-Como dijo Sam, vamos a ayudarte con lo que necesites, pero vas a tener que comunicarte con nosotros. Ahora, ¿Qué es lo que quieren comer? - Dijo Billy observando a todos los presentes.

-¡Pizza! - Dijeron todos los presentes, menos yo. Todos voltearon a verme un tanto confundidos al ver mí semblante.

-¿Que es una pizza? - Dije arqueando una de mis cejas. Leah, Seth y Jacob soltaron una risita. Mientras que Sue los reprendió y Billy miro al techo, como rogando por paciencia.

• Aullidos de amor | Paul Lahote •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora