Nos Volvemos A Encontrar

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*Narra Rubius*

Y mi teoría era cierta, al volver al consultorio, y esperarlos escondido en los arbustos, volvieron al lugar. Luego de un par de minutos partieron de nuevo a casa de Vegetta, por lo que los seguí hasta su destino. Ya en el lugar hice lo mismo que antes, solo que esta vez no me descubrieron. Estuve ahí hasta que se hizo de noche, por lo que me volví a mi casa.

Y así pasaron unos 5 días, en los que esa era mi rutina, la diferencia ahora era que ya no me metía dentro de la muralla, solo los esperaba fuera de la consulta, y que ahora aparte de la capucha también llevaba una máscara de  Ese día me decidí a invitarle un café, para saber un poco más de el.

Me lo topé cuando salía de la consulta, cosa que ya se me hacía rutina.

R:Buenas.

Ar:Hola.

R:¿Vamos a tomar un café?

Ar:No puedo.

Se fue donde sus amigos, y después de alrededor de un minuto volvió conmigo.

Ar:Vale

Y nos fuimos a la cafetería, los dos con nuestros arcos y espadas en la espalda. Llegamos y cada uno se pidió lo suyo. La estructura de la cafetería tapaba el sol.

R:Y bueno, ¿Como llegaron hasta aquí?

Ar:Un amigo mío tuvo un problema con una poción, y necesita un psicólogo. Vinimos aquí por los rumores de que había uno bueno.

R:Los rumores son ciertos, Auron es un muy buen psicólogo.

R:¿Te puedo hacer una pregunta?

Ar:Dime

R:¿Cual es tu apellido? Por simple curiosidad.

Ar:Morgan.

R:Arthur Morgan, que lindo nombre.

Ar:¿Y tu cómo te llamas?

R:Rubén, pero prefiero que me digan Rubius.

Ar:Lindo Nombre.

R:Oye, ¿Porque llevas máscara?

Ar:No me gusta que me vean la cara.

R:¿Porque no?

Ar:Porque no.

R:No eres de muchas palabras, ¿Verdad?

Ar:No

R:¿Y que tan bueno eres con el arco?

Ar:Se podría decir que nací con uno en la mano. Fue la primer arma que usé.

R:¿Y esas de sobrado?

Ar:No voy de sobrado.

R:Entonces, solo eres el dios del arco ¿No? Sobrado.

No se porque reaccione de esa manera, pero empezé a atacar.

Ar:Dímelo a la cara y no llegas a ni al hospital.

Me acerqué a él mucho, sabiendo lo que podía pasar.

R:So-bra-do

Ar:Tu lo pediste.

El puñetazo que me lleve en la cara no fue ni medio normal.

R:¿Así que quieres pelear eh?

Y ahi mismo nos empezamos a golpear, pero el era demasiado fuerte. En unos pocos minutos la camarera salió del lugar, en dirección a la comisaría. De un golpe logré tirarlo al suelo, y por reflejo saqué mi arco y le apunté. De lo que no se dió cuenta era que se le había caído la máscara.

Ar:Lo sabía, eres una gallina.

Me dijo tirado en el suelo, y se dio vuelta. Me quedé congelado al ver de quién se trataba. Esa persona a la que yo tanto había amado, ahora estaba enfrente mío. El policía Fargan llegó y vio la escena.

Pero mi flecha solo se tensaba cada vez más.

Vegetta El Vampiro [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora