Vegetta El Vampiro [Reescribiendo]

Diagnóstico

*Narra Rubius*

Hoy me tocaba ir donde el psicólogo, para poder por fin ahogar mis penas y liberarme de esta tristeza que siento. Fui hacia el psicólogo, terminamos la cita, pero al salir choqué de frente con otra persona. Los dos caimos al piso, y por un segundo cruzamos miradas, pero el rápidamente la bajo. Tenía ese destello morado en sus ojos, ese que una vez me hizo tan feliz. Empecé a dudar de si era Vegetta, pero me saco de mis pensamientos una voz.

X:Lo siento, no lo vi.

R:No pasa nada, discúlpeme a mi.

Y me fui de ahí, pero mi mente empezó a dudar de si realmente era el.

*Narra Vegetta*

R:No pasa nada, discúlpeme a mi.

Y se fue del lugar. El terror que sentí en esos momentos no se podía describir. Tenía miedo de que reconociera y dañarlo de nuevo.

A:Estuvo cerca, ¿No?

V:Y que lo digas.

H:¿Quien era?

V:Un antiguo amigo.

A:¿Y quien es el paciente?

V:Es Elyas, y le voy a explicar lo que pasó.

Se lo conté a todo lo que había pasado, se quedó unos segundos pensando y dijo:

A:Vale, en esta sesión solo voy a intentar descubrir lo que padece, y en la próxima empezaré a tratarlo.

Y se llevó a Elyas a su consultorio. Nos pidió que volviéramos en una hora. Mientras seguimos explorando un poco la zona y yo de paso veía como habían cambiado las casas de mis antiguos compañeros. El cambio en estas no fue de nada, excepto que había alguna que otra decoración, pero nada más.

Pasada la hora, nos dirigimos hacia el consultorio. Al llegar, Auron bajo con Elyas a su lado.

A:Tiene esquizofrenia, pero en su mínima expresión. En un mes aproximadamente va a estar curado. Mañana traiganlo de nuevo y empezaré a tratarlo.

Le di las gracias y nos fuimos. Ya estaba anocheciendo, y fuimos al pueblo para buscar los caballos.

J:¿Y ahora a donde vamos?

V:Síganme.

Y los guíe hasta mi antiguo hogar. Algo que me impresionaba mucho era que la puerta estaba intacta y no estaba explotada.

V:Quédense aquí, ahora vuelvo.

Subí por las escaleras de los laterales con mi caballo, desmonte al llegar arriba, y abrí la puerta con el scanner de retina. Esta se abrió, y pude ver mi casa. Seguía casi igual que como la dejé, solo tenía los vidrios sucios. Desactive las torretas de los costados, volví a bajar, les dije que suban, y volví a  subir.

AR:¿!Que es esto!?

V:Esto era mi casa.

J:Ya ya, se nota.

V:Vengan, pasen.

Entramos a la casa y toda la cocina y la sala de estar, estaba toda recubierta de polvo.

V:Aquí pasaremos la noche.