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— ¿Te gusta?— Preguntó el señor que lo escoltó hasta la sala de juntas.

Se sentía pequeño allí dentro, como si todo el terciopelo de los sillones y paredes se lo fueran a comer en un solo bocado.

Miró sus pies y asintió, y el señor se retiró, dejándolo sólo. Bueno, en compañía de una sala tres veces más grande y costosa que su casa.

La mirada le empezó a fallar pero no se lo permitió. La cabeza le palpitaba del dolor.

No se lo podía permitir. Aquello no se trataba de el, se trataba de literalmente, salvar a alguien.

¿Que si se habia cuestionado la gravedad del asunto? Obviamente.

Si apartaba los problemas de Jimin, comenzando por el de su vínculo con el y el de los conflictos personales que te puede generar la fama, como la ansiedad, Jimin seguía siendo un idol, con millones de personas dispuestas a morir por el y otros miles de millones en su cuenta bancaria. Ah y por acabar pronto, era el rostro más hermoso y alabado de Corea.

En cambio, Jungkook, sólo parecía tener problemas. Le era difícil ver alguna cualidad en si mismo en ese momento.

Decidió recorrer vagamente la sala, sus palmas húmedas tocaron la enorme mesa situada en el medio, algunos papeles y carpetas llamaron su atención y justo de antes de acercarse, se escuchó la puerta abrirse.

— ¡Jeon! Perdona la tardanza, se me complicó al salir de casa...— Era curioso como a pesar de haber hablado máximo tres veces con aquel tipo, estaba seguro de saber todo sobre el y todo gracias a las redes sociales. Porque si, se ajustaba a todas las características de alguien asqueroso y eso que ni habia hablado. — Puedes ir sentándote, estamos en el que será tu futura zona de trabajo. ¿Que te parece?

Horrible.

— Esta muy... bien.— Habló como pudo, aun sin ser capaz de dejar ver el suelo.

— ¿En serio, querido? — Se obligó a levantar la vista para encontrarse con el señor SiHyuk aun desde la puerta, sujetándola entreabierta. — No te veo muy convencido... pero en fin, ya llegan los otros.— Le dió una sonrisa que se veía tan real que le molestó siquiera pensar que si lo era.

Sintió su teléfono vibrar en su el bolsillo de su traje y como si de un águila entrenada se tratará, SiHyuk se percató y de inmediato se dirigió hacia Jungkook.

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— gracias por los 95k 🦋✨ es irreal que tantas personas estén leyendo y apoyando esta historia, me encuentro genuinamente agradecida con todxs, mil gracias por los comentarios, votos y por disfrutar del au 💖

liar; kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora