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Escuchó un celular sonar y su cuerpo tembló en un escalofrío. Pasó de tener 19 años a ser un crío de 8 cuando mucho, en el transcurso de una hora.

Desearía estar llorando en el regazo de su mamá ahora mismo. Sentía que en cualquier momento se desmayaría.

Aquellos dos hombres, mucho más grandes que todos allí, los sacaron y metieron a otro salón pero del segundo piso. Asi tal cual, como dos trapos. Seokjin aseguró que los estaría esperando en recepción.

— ¿Hola?— Escuchó el susurro de Jimin, a quién habian sentado lo más lejos posible del menor.

Jungkook lo vio cubrir su cara mientras se acurrucaba en una esquina junto a un enorme mueble. Ya se habia quitado el abrigo, y ahora solo tenia un sweater traslúcido, que más que destacar el lindo cuerpo que le conocia, dejaba en evidencia su mala alimentación. Su corazón escoció solo al ver aquello.

Quería soluciones. Las quería ahora. Deseaba ver a ese maldito hombre tras las rejas siendo maltratado por otros presos, por ser el delincuente que es.

Jimin era un chico noble, no te bastaba más de dos segundos de ver sus ojos para darte cuenta.

— Mamá... óyeme, por favor...— Otro murmuro robó su atención. El mayor parecía alarmado, estaba atento a todo movimiento que se pudiese producir a su alrededor. — No puedo hablar ahora.— Jungkook notó como el pelinegro volteó a verlo y de nuevo desviaba la mirada. — Claro, hazlo y listo, sí. Adiós.

Jimin guardó su teléfono en su bolsillo y miró para ambos lados hasta que encontró algo que le llamó la atención y se recostó en un estante.

— Jungkook.

— ¿S-Si? — Preguntó dispuesto a levantarse pero Jimin le hizo una seña para que no se parara.

— ¿Sabes que todo esto tiene que terminar no? Se nos fue de las manos y bueno, ahora estás aquí, siendo mi nuevo compañero de trabajo. — Vió al mayor señalar frente a el, mientras que sus pequeños ojos se expandían hacia la misma dirección. Tuvo que inclinarse para notar que se trataba de un micrófono del tamaño de una uva escondido entre los cojines del sofá. — Probablemente Seokjin nos este buscando, deberíamos ir saliendo, la empresa cierra a las 10 en punto.

Jimin abrió una de las repisas y sacó una mochila, y se dirigió a la salida de aquella sala.

Jungkook reaccionó colocándose de pie y salió junto al pelinegro.

liar; kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora