Capítulo 2

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Narra Rachel: 

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Narra Rachel: 

Después de la intensa platica que tuve con Damian al Ghul, Jenny se encargó de darle algo que hacer en lo que administraba a mis empleados y daba nuevas ordenes a la organización. Debía de poner prioridades antes de viajar de nuevo a Jump City. Salgo de la empresa, camino hacia el coche y detrás de mi viene Damian junto a otros de mis empleados, mi auto está estacionado enfrente y me doy vuelta para despedirme. 

- Fue un gusto conocerlo señor al Ghul- Le extiendo mi mano despacio y me conecto con esos ojos verdes esmeraldas, esos ojos hacen que recuerde a Jason. Parpadeo para volver a la realidad y siento como él deja de estrechar mi mano, estoy por dar la vuelta cuando siento que Damian se abalanza hacia mi. Los dos caemos al suelo y él me cubre con su cuerpo. 

Escucho los balazos a lo lejos, veo como algunos de mis compañeros caen al suelo sangrando y otro si alcanzan a ocultarse mientras los guardias de la entrada sacan sus pistolas para contraatacar. Alguien me había traicionado, nadie sabía que la agencia estaba dentro de una empresa muy conocida, no podríamos hacer una gran jugada pues los reflectores estaría sobre la empresa. 

Debíamos de guardar las apariencias. Siento como los brazos de Damian me jalan hacia arriba, me siento como en  el espacio y solamente con el ruido de balazos a mi alrededor, abre la puerta del coche y caigo acostada en los asiento, el conductor está agachado. 

- Acelere- Demanda Damian mientras se sube arriba de mi y me cubre otra vez con su cuerpo, mi chófer Alfred conduce a toda velocidad resguardándose de las balas, levanto un poco la cabeza para observar tan siquiera un poco, reconocer a Slade o reconocer a alguien. 

Un casco rojo resalta entre todas las personas, da ordenes mientras da tiros al auto con sus dos pistolas doradas, me siento demasiado mareada. Tan solo unos segundos que pasamos por enseguida de él y pude saber perfectamente que era él, mi respiración comienza a acelerarse y entonces siento como todo se vuelve oscuridad. 


*      *      *    

Estoy en mi casa, entro por la puerta principal y me siento demasiado melancólica, las cosas siguen igual a la vez que Slade me ataco. Mis cosas siguen intactas, las manchas y los sillones destrozados, todo me recordaba a esa noche en la que había llamado a Dick Grayson y le había pedido ayuda, en dónde me había enterado de que mi familia ocultaba cosas que necesitaba saber. Camino a la habitación de mi padre, lentamente me voy adentrando y toco con suavidad las paredes recordando todo lo que había vivido. Abro la puerta y una luz blanca me ilumina. 

Entro, solo para ver que regresé a ese día. Estaba entrando a la casa de mi tía, era ese día en el que logré escapar y fui directamente hacia allá con una gran sutileza y unas tremendas ganas de llorar, había perdido todo hasta ese momento. Entré corriendo y gritando su nombre, la escena se repetía ante mis ojos, la miraba en el sillón acostada de espaldas mientras el suelo se teñía de su sangre, mientras decía mi nombre. 

Sus últimas palabras fueron mi nombre.  

¡Rachel!

Poco a poco la casa comienza a perder color, se empieza a caer todo y la casa pasa solo a ser una habitación oscura ¿Es real?

- Tan real como lo creas Rachel- Sus ojos me miran, pero yo lo evito no quiero entender que él ya se ha ido para siempre. 

- No eres real Jason, no eres mi Jason- Mis palabras le pegan duro, lo puedo ver en su rostro 

- Tampoco eres mi Rachel, ella no me hubiera abandonado con esos monstruos y ahora yo también soy uno de ellos- él esta enfrente de mi y toma mi mejilla

- Nos mataría a los dos, por lo menos ahora sé que puedo recuperarte, lo prometo- Nos damos un beso antes de que desaparezca de mis brazos y me quede completamente sola. En verdad tenia miedo de todo lo que estaba pasando ¿Por qué estaba dentro de una habitación vacía? Cerré solamente los ojos y deseé estar otra vez en los brazos de Jason, sentir sus caricias y no volver a sentir dolor nunca más. 

Me removí en lo que parecía ser una cama. Mi primer pensamiento fue pensar que todo lo que había vivido era solamente un sueño y ahora me encontraba con él, como al principio de todo cuando empezamos a salir. 

Cuando todo era feliz ...

- ¿Quién es Jason?- Una voz masculina me saca de mis pensamientos y volteo a la puerta donde Damian al Ghul esta parado con ropa más casual, analizo la pregunta que acaba de hacerme y me quedo completamente callada- Lo mencionabas en tus sueños ¿Lo perdiste?- asiento despacio sin dar muchos detalles, nadie debe de saber que le hice a Jason ese día, ni siquiera Dick. 

- ¿Dónde estamos?- Mi voz sale un poco forzada y me siento demasiado mal. 

- Alfred, tu chófer, nos trajo a mi departamento supuse que el tuyo no sería seguro por este momento- asiento y miro por la ventana perdiéndome en mis pensamientos- La comida está en la cocina por si quieres comer, Alfred te trajo un cambio extra por si querías cambiarte-

Me levanto de la cama y sin decir nada entro en el baño para cambiarme porque traer todo el día el uniforme de la empresa es algo tedioso. Lavo mi cara y me miro en el espejo, mi cabello ahora teñido de castaño ya está creciendo y poco a poco mi raíz oscura se empieza a notar. Me recuerda un poco a mi vida en la escuela, en donde la mayoría del tiempo no me importaba nada y solo pensaban que el día en que papá volvería hasta que ya no lo hizo más. 

Salgo con un pijama negro y una blusa de tirantes azul, siempre cargo con un cambio entra en el auto por si algún día se ofrece, pero no pensé que fuera tan informal. Voy a la cocina y me siento en la mesa, mientras Damian pone sirve todo. 

Miro hacia la ventana en donde vuelvo a mirar a Jason, tiene una siniestra sonrisa en el rostro. Cierro los ojos con fuerza para no dar mala impresión delante de Damian, él desaparece y entonces me relajo un poco. 

- No desapareceré por mucho tiempo Rachel, debes correr- Su voz en mi oído izquierdo hace que se me ericé la piel y me levanto instintivamente de la mesa. Damian voltea a verme con sorpresa. 

- ¿Ocurre algo?- Sus verdes ojos hacen que me confunda y vea a Jason ahora con los platos en sus manos, siento que todo da vueltas y todo por no haber tomado la estúpida pastilla.  Parpadeo rápidamente, mientras Damian se acerca a mi y deja los platos en la mesa- ¿Qué sucede?- 

- ¿Dónde está mi bolsa?- Sigue mirándome extrañado, él señala el cuarto y salgo corriendo hacia allá, lo veo en el buro y lo tomo rápidamente mientras busco con desesperación las pastillas de repuesto que siempre llevo en el bolso. Tomo una de tres que me quedan y sin tener agua la paso por mi garganta como si nada. La voz de Jason en mi cabeza se intensifica y siento que voy a volverme loca. 

- Cuando tenía siete años perdí a mi madre- La mano de Damian estaba sobre la mía, sus ojos me guiaron hasta la fotografía que tenia en la pared, la observé con cuidado. En ella se mostraba a una hermosa mujer de cabellos castaños y grandes ojos y por un lado estaba un pequeño niño que sostenía un helado, los dos sonreían, se veía felices. 

- No hace mucho que perdí a mi padre, ya no tengo familia- Mis lagrimas ya están en mis mejillas, la soledad nunca fue mi amiga y la muerte había cobrado tantas vidas que no correspondían. 

- Yo estoy para ti Rachel- Y con esa sonrisa me guió de nuevo a la mesa, mientras platicábamos de nuestros padres, infancias y toda nuestra vida. 

Empezamos a conocernos poco a poco y así por un solo momento me olvide de Jason, mi atormentador personal. 





Continuará...

Amor confuso ll Sin Límite [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora