Luchar

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Deku iba hacia el piso de los alumnos de tercero, Aizawa le encargó llevarle unos folletos a a uno de los Tres Grandes, tratando sobre un festival cultural invitando a los mayores antes de su graduación.

Mientras iba camino al salón de Mirio, quien es con quien mejor se llevaba, el peliverde suspiró, estaba feliz de que el bicolor por fin decidiera ser totalmente sincero con Momo, no obstante, la cuestión sería la reacción de Momo, ¿ella lo aceptará? Es decir, ella todo este tiempo creyó que él y Shoto eran pareja y para colmo se lo "confirmaron" de la peor manera, Momo es una maravillosa persona, pero estamos hablando de Momo, alguien que se le confesó, fue rechazada, y ahora se ve muy cercana a Bakugo.

—Bakugo—susurró con preocupación.

No podía quitar de su cabeza aquella imagen de la cercanía de Bakugo y Ochako, sacudió su cabeza queriendo apartar esa imagen de su mente, a pesar de que Shoto le dijo que él hablaría con Ochako, el peliverde sentía que él es quien debe hablar con la castaña.

—¡Deku! —llamó una tierna e inocente vocecita.

El peliverde dio media vuelta al conocer de inmediato esa dulce voz.

—¡Eri! Que gusto verte—dijo Deku con una gran sonrisa.

—Estoy muy feliz de verte, ¿vas a ver a Mirio?

—Sí, vengo a invitarlo a un festival cultural, ¿quieres acompañarme?

La pequeña asintió y con sus dos manitas tomó la mano del peliverde.

—Hice nuevos amigos Deku, he podido integrarme a una pequeña escuela—dijo la pequeña con una gran sonrisa.

—¿Enserio? Eso es maravilloso—respondió el peliverde acariciando la cabeza de la menor.

—¿Tú qué has hecho Deku?

—Estudiar mucho y mejorar mi quirk, aún tengo un camino por delante.

—¡Yo también! Aún trato de controlar mi quirk, pero realmente es difícil.

—Lo lograrás Eri, puedes confiar en eso, además eres muy fuerte e inteligente, estoy seguro de que controlarás tu quirk.

La pequeña asintió entusiasmada.

—Te haré sentir orgulloso Deku.

—Eri, yo siempre he estado orgulloso de ti—dijo el peliverde con cariño.

De algún modo Eri siempre sacaba su lado paternal, al verla sentía un vuelco en su corazón y sólo tenía deseos de protegerla y hacerla feliz.

Por fin llegaron al salón de los Tres Grandes, estaban parados frente a la puerta, Deku tomó la pequeña mano de la peliblanca para entrar juntos y darle la sorpresa a Mirio.

—Buenos dí...

Pero se quedó mudo ante la escena que sus ojos estaban viendo.

En el aula sólo estaban Mirio y Tamaki, lo cual sería totalmente agradable de no ser porque...

Ambos se besaban como si no hubiera un mañana.

¿Qué rayos? ¿Acaso ellos dos eran pareja? ¿Desde cuándo?

Tamaki estaba sentado en el escritorio del profesor, Mirio estaba parado rodeándole la cintura al peliazul, Tamaki rodeaba el cuello del rubio con sus brazos, probablemente si el peliazul no fuera tan tímido inclusive estaría rodeando la cintura de Mirio con sus piernas.

Deku no recordaba la última vez que se había sentido tan incómodo, no porque hay dos hombres besándose, sino porque había una niña pequeña presenciando todo.

Nada es lo que parece / TodoMomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora