Ghost of you
*Imagina narrado por Piero*
“- Eso es trampa Barone - me acusó con el dedo
- Sabes que no lo es - contesté sacándole la lengua - ¡Vamos amor! No te enfades, no es mí culpa que no sepas jugar
- ¡Oye! - se quejó para después sonreír, acto seguido la abracé - Bueno, pero solo por esta vez”
Seis son los meses que han pasado ya desde que la perdí y aún no me atrevo a limpiar la taza de té que ella dejó en la encimera el día que, el mundo decidió arrebatarmela
Echo de menos su risa, el brillo de sus ojos cuando nuestras miradas conectaban; aún sigo llamando a su antiguo móvil para escuchar su voz o reproduciendo los videos que juntos teníamos cuando la felicidad nos envolvía
- Piero - me llamó Gianluca - ¿Dónde vas hermano?
- A verla - contesté cogiendo mí abrigo,fuera el frío era invernal, era de esos fríos que te calan los huesos y te van congelando centímetro a centímetro de tu cuerpo
Cuando llegué a la cafetería mí cuerpo volvió a ser un manojo de nervios, recordé el día de nuestra despedida aquel atípico día de Octubre cuando una llamada destrozó una parte de mí, llevándosela con ella
Me senté en la primera mesa que encontré, era la primera vez después de meses que me había atrevido a aparecer por aquel lugar, y ahí estaba ella, tan hermosa como siempre con su uniforme color crema y su delantal color morado, una sonrisa se dibujó en mí rostro, aún la amaba; esa sonrisa se desvaneció en un segundo cuando ella se dió la vuelta y pude ver lo que más me aterraba, ella estaba embarazada
Su mirada recorrió todo el lugar hasta encontrase con la mía lo que provocó que su rostro se tornase de un color más pálido de lo normal pero yo continuaba teniendo un semblante serio, mis peores pesadillas se habían hecho realidad
- Piero - dijo ella acercándose a mí
- Buenos días - saludé yo, aunque intentase mantenerme fuerte las lágrimas que en mis ojos se acumulaban mostraban lo contrario
- ¿Podemos hablar? - preguntó ella temblorosa, yo asentí con la cabeza mientras ella le hacía un gesto a su compañera que entendió a la perfección - No es lo que parece
- ¿Ah, no? A mí me parece que es bastante obvio - me sorprendió la dureza de mí voz - Me llamas para cortar conmigo sin apenas explicaciones y meses después apareces embarazada, que casualidad ¿no?
- ¿Quieres las explicaciones? - preguntó ella entrelazando sus manos, yo asentí - Bien, hace seis meses y medio me enteré de que estaba embarazada, fue en los baños de la Arena Di Verona donde con la ayuda de la novia de Gianluca me hice la prueba porque el período no me había bajado y efectivamente, confirmamos mis sospechas. No sabía cómo ibas a reaccionar tú cuando te lo contase así que decidí alejarme. Me acojoné ¿vale?
- Espera espera, ¿Voy a ser padre? - pregunté incrédulo, era demasiada información para asimilar en tan poco tiempo
- Sí
- He estado meses con la incertidumbre de qué era lo que había podido pasar para que todo se acabase de un momento a otro
- Lo siento tanto Piero, pero tenía miedo por tu hija
- ¿Es una niña? - la emoción se instauraba en mí eliminando todo rastro de tristeza que se hubiese podido acumular en él, ella asintió sonriendo - Gracias por hacerme tan feliz
Me levanté y le abracé con todas mis fuerzas teniendo cuidado de no hacerla daño, me importaba muy poco los comentarios de la gente así como que las miradas estuvieran puestas en nosotros
- Barone, me aplastas - rió ella, echaba de menos sus apodos
- Vuelve a casa - suspiré
- Lo pensaré - contestó ella levantándose - Tengo que volver al trabajo
- Cuando termines la jornada te llevo a tu casa y empezamos la mudanza - sonreí, sabía que no aceptaría un “no” por respuesta
- Bueno - accedió ella - Contigo no se puede discutir
“El destino había vuelto a ponerte en mí camino y ya no tendría que conformarme con tu fantasma para abrazarte todas las noches”
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Si los sueños se cumpliesen
FanfictionTantas veces hemos deseado poder ser protagonistas de una historia con nuestros cantantes favoritos que hemos leído miles de historias, imaginandonos cada momento de lo ocurrido en ellas, como si fuese real Pero ¿Quién ha dicho que los sueños no pue...