Piero Barone

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Más que amor
- Gia, hazle caso a tu padre - me dirigí por tercera vez a mi hija
- Es que no entiendo por qué no me deja salir con Carlo - refunfuñó ella cruzándose de brazos
- Ay mi niña, tu padre quiere protegerte - sonreí mientras le acariciaba el pelo
- A papá no le cae bien ese niño - rió mi hijo - Es muy feo
- ¡Matteo! - le regañó su padre
- No me vas a negar que el muchacho no es muy agraciado que digamos - se burló él, Piero sonrió - Ya sabía yo
- De tal palo, tal astilla - negué con la cabeza enfocando mi mirada en ellos para después volverme de nuevo hacia mi hija - El amor es muy complicado y más a tu edad
- Ya lo sé mamá - contestó ella apoyando su cabeza en mi hombro - Tengo 16 años, soy pequeña pero no tonta
- Tranquila señorita mayor - reí - ¿Alguna vez os he contado cómo nos conocimos vuestro padre y yo?
Ellos negaron con la cabeza a la vez que se acomodaban a nuestros costados
- Empezaré yo mi vida - sonrió Piero - Vuestra madre me robó la pelota cuando éramos pequeños y luego me besó
- ¿Enserio? - preguntó riendo Gia
- No fue así - dije acomodandome en el sofá - Cuando tenía 12 años viajé a Naro de vacaciones con los abuelos e íbamos caminando por una plaza cuando tu padre me dio con el balón en la espalda y vino corriendo a pedirme perdón, yo acepté sus disculpas pero no solté la pelota sino que me la llevé conmigo después de sonreírle. ¡Me persiguió por todo Naro detrás mío para que le devolviese su pelota! Fue muy gracioso la verdad
- No lo fue - aseguró él atrayendo la mirada de sus hijos - Cuando llegamos a la Iglesia se giró y me dijo “¿La quieres?” y yo tan inocente asentí, entonces ella dijo “Ven a por ella” y cuando me acerqué lo suficiente a ella se inclinó y me besó
- ¡Wow mamá! - exclamó emocionado Matteo - Eras toda una crack
- Tu madre siempre - reí adoptando una pose de diva
- Y ahí no acabó todo - comenzó de nuevo a hablar Piero - Es obvio que correspondí a ese beso, vuestra madre era y es una belleza. Esas vacaciones fueron realmente mágicas pero todo lo bueno se acaba ¿no? Tu madre se fue y no la volví a ver hasta qué, años más tarde nos encontramos en una cafetería de Nueva York, yo iba con vuestros tíos, Gianluca e Ignazio, y ella iba con su primo, el cual yo creía que era su novio
- Sí, me preguntó si estaba saliendo con él y todo - añadí seguida de una sonora carcajada por parte de mis hijos - Le dije que no, era increíble lo que el chico de Naro había cambiado con los años. ¡Era como los vinos, mejora con el tiempo! Salimos a cenar el día siguiente y tras mirarnos después de ese día supimos que jamás nos habíamos olvidado en el que nuestros labios se unieron por primera vez
- Después de aquel momento juré jamás separarme de ella y pues hasta ahora, nosotros hemos cambiado físicamente pero los sentimientos siguen siendo igual que hace años.
- Que bonito papá - suspiró Gia
- ¿Y cómo te pidió matrimonio? - preguntó Matteo con una sonrisa pícara
- Pues fue en el mismo sitio donde dimos nuestro primer beso - sonreí, recordaba ese día con todo detalle - Llevábamos saliendo alrededor de cinco años cuando una tarde de verano salimos a pasear como un día cualquiera, llegamos a la Iglesia al atardecer cuando, de repente, vuestro padre desapareció de mi vista, yo le busqué por todas partes pero no había rastro de mi querido siciliano. De un momento a otro vi como empezaban a caer varias flores de lo alto de la Iglesia, yo no entendía nada; pero entonces le vi acercándose a mí con una sonrisa amplia y preciosa mientras comenzaba a entonar una canción única, mi cuerpo comenzó a temblar, “Más que amor” era su título.
Cuando llegó a mi se arrodilló y con las manos temblorosas abrió una pequeña caja de madera la cual contenía un sencillo anillo en su interior para después hacer una de las preguntas más importantes de mí vida
- Mi niña bonita, la que sin pensarlo conquistó mi corazón aquella tarde de mi infancia para no salir jamás, ¿Me concedes el honor de casarte conmigo y hacerme el hombre más feliz del mundo? - finalizó él acercándose a mí y uniendo nuestros labios en un dulce beso lleno de recuerdos
Miré a mis hijos los cuales se encontraban abrazados mientras sonreían
-Y ahora tengo la familia más maravillosa que puede existir - los brazos de Piero nos envolvieron a todos en un cálido abrazo - Gracias a la mujer de mi vida
Yo sonreí, a veces todo parecía surrealista pero era real, Piero estaba junto a mí y nada podría cambiarlo
“El amor no se busca porque entonces lo que encontrarás será todo lo contrario, y aquello que comenzó siendo puro se convertirá en una desagradable necesidad, la vida hay que dejarla fluir, al igual que los sentimientos por lo que más queremos, sea una pareja, nuestra familia o nuestros amigos, porque entonces cuando estés con ellos, a su lado, y sientas su cariño ya no será amor sino que será más que amor

Si los sueños se cumpliesen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora