Personality vs Psychopathy (Gravity Falls)

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-¡Hola hermanito!-. Sonrió la mayor.

Bill tenía sus ojos abiertos de la sorpresa. Se talló los ojos para despejar la somnolencia que aún le quedaba por haberse levantado tan rápido para abrir la puerta. – ¿Cómo es que, estás aquí?

La chica se quitó los anteojos y le sonrió. – ¿Sorprendido? Te dije que te vendría a visitar, así que muévete-. Lo empujó a un lado. Al entrar al departamento miró a todos lados dando su visto bueno. –Como que falta algo aquí. Sigues siendo el mismo aburrido de siempre Billian.

-¡No me llames así!-. Le gritó a la mayor. -¿Qué diablos haces en mi casa a estas horas de la mañana?

-Estoy visitándote ¿no es obvio? Hermanito, ya son las nueve de la mañana, es muy tarde.

-¡Es sábado!

La mujer pestañeó y luego sonrió otra vez. –Hay, como si eso importara-. Dejó su bolso en el sofá y se sentó cruzando sus largas piernas.

Bill se rascó frustrado la cabeza por tener a su hermana mayor ahí. –Por favor Gill, vete de aquí. No estoy de humor para soportar tu enérgica personalidad.

-Oh hermanito, sigues siendo el mismo amargado egoísta que recuerdo-. Gill era una hermosa mujer de treinta años que estaba de la misma estatura que Bill. Su cabello platinado y ojos azules hacían juego con su blanca piel y grisácea vestimenta. Ella era una modelo retirada pero aún se dedicaba a la industria de la moda como diseñadora. –No viajé de tan lejos solo para que me eches de esta manera. Quiero conocer a tu prometido, nunca lo vi, y visitar a la familia.

-¿Qué tanto te ha dicho mi madre?-. Se cruzó de brazos.

Ella sonrió y luego deshizo el gesto para ponerse seria. –Lo suficiente como para saber que esta familia se ésta desmoronando más-. Volvió a levantarse. –Pero no te preocupes, he venido para tratar de darte ánimos en tu día más importante.

-¿No tienes trabajo que hacer?

-¡Que va! Me tomé unas largas vacaciones, el trabajo jamás termina, menos para una mujer poderosa como yo. Y si es por mi familia, mayor razón para tomarlas. ¿Dónde tienen a Will?

....

Will estaba sin habla. Habían sido tantos años desde que vio por última vez a su hermana mayor que ya hasta había olvidado como lucia.

-Gill-. Susurró aun sin salir de su asombro.

-Will, cariño-. Dijo Gill seguido de un fuerte abrazo hacia el menor. –Jamás debí irme, nunca debí dejarlos solos. Cariño ¿Cómo te sientes?-. Lo miró de arriba abajo sintiendo las lágrimas emerger.

Will correspondió el abrazo. Tantos años pasaron. –Bienvenida.

Gill lloró un poco y luego le revolvió el cabello. –Por dios, mírate. Estás hecho un desastre. Tu hermana te hará lucir mejor, ¿de acuerdo?-. Vio al menor asentir.

Mientras, Bill miraba todo desde afuera sintiendo su corazón más aliviado. La compañía de Gill era lo que Will necesitaba. Ver a más personas que no fueran solo él y sus padres. Gill era todo lo opuesto a él, así que confiaba que su hermana le daría más ánimos a su hermano.

Gill se había ido de casa tan joven en cuanto le presentaron la oportunidad de ser modelo en otro país. Poco después ella se casó con un empresario y jamás la volvieron a ver o saber de ella hasta que hacía poco mencionaron su divorcio debido a que su esposo fue preso por tener conexiones con personas del bajo mundo y lavado de dinero. La noticia no afectó mucho a su familia, pero si a su hermana y a él porque no sabía si su ella estaba llevando una buena vida en otro país.