Capítulo 12

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Eva miró a su alrededor observando el extenso descampado en el que se encontraban. Al echar la vista atrás vio los materiales de construcción que habían dejado minutos antes, parecía que nadie los hubiese movido en años.
La única construcción que podía ver era el edificio antiguo y aparentemente abandonado del que habían salido. La pintura de la fachada se caía a pedazos y algunas plantas habían trepado por sus paredes, por no hablar de los pisos superiores, que se habían venido abajo.
Volvió a mirar hacia delante, a la espalda del joven ángel. ¿Por qué había decidido acompañarle? Aquella pregunta no paraba de repetirse en su cabeza. No estaba segura de la respuesta, pero decidió pensar que protegía a su amigo.
Dominic se paró y tras él la tabla de luz en la que dormía Rodrigo. Eva le miró, nerviosa.
-¿Por qué paramos? Aquí no hay nada- comentó mientras volvía a mirar a todos lados.
-Este sitio nos valdrá - dijo como única respuesta mientras metía la mano en su bolsillo.
Sacó un pequeño frasco de cristal con un líquido azulado y espeso dentro.
-¿Y eso? Parece zumo de arándanos - dijo Eva cuyos ojos parecían iluminarse ante aquella idea.
Él la ignoró y vertió parte de su contenido en el suelo sin cuidado alguno. Lo que restaba lo echó en su mano derecha.
-¡Oye! Que yo quería zumo. ¡Estoy hambrienta!
-Calla, intento abrir un portal y no es fácil si tengo que soportar tus preguntas absurdas, estúpidas e irritantes.
-Pues vaya. Me esperaba algo más... wow, con chispas, explosiones y tal. El mago que iba a nuestro colegio era más guay. Por cierto, sigo teniendo hambre, que no me habéis dado de cenar, ¿sabes?
Dominic chasqueó lo dedos de su mano libre y un recipiente con un líquido anaranjado en su interior apareció entre las manos de Eva.
-Bebe y cállate.
Ella ofendida y tratando de ocultar su sorpresa, se sentó en el borde de la tabla brillante y probó el contenido del recipiente. Su sabor le recordaba al del zumo de naranja pero mezclado con algo que no supo identificar.
-Uy, si esto es como los zumos que compra mi abuela. ¿Lo has robado de un super?
El ángel suspiró cansado y decidió ignorarla. Cerró sus ojos y se concentró en su tarea. Eva miró entonces al líquido que había en el suelo el cual había empezado a resplandecer.
-Oye el zumo que se te ha caído está brillando. Espera, espera, ¡qué se está moviendo! - exclamó mirándolo fijamente. - Espero que no me hayas dado esa cosa a mí.
Aquella sustancia azul no solo se estaba moviendo, sino que se estiraba hasta formar un círculo con grabados en su interior.
-Hala, que chulo, ¿puedes hacer un castillo ahora? ¿O un dinosaurio? ¿¡O una galleta gigante!? - dijo mientras la boca se le hacía agua.- Bueno mejor no, una galleta azul que se mueve y brilla no me inspira ninguna confianza.
Dominic abrió sus ojos en ese instante y cerró el puño manteniendo el líquido en su interior. Su mano comenzó a brillar al igual que el círculo. El aire a su alrededor vibró por un momento y apareció una forma irregular sobre el suelo que se ensanchaba más a cada segundo que pasaba. Su forma y color se asemejaba a los de la Luna.
-Perfecto, como siempre - sonrió el joven orgulloso de su trabajo.
-Uh, vale, admito que esto es mucho mejor que el mago del cole. Entonces...¿Eso es un portal? Me lo esperaba en un muro, como en las pelis. ¿Por qué brilla así?¿Por qué es de ese color?
-¿Te vas a callar algún día o hago que te duermas como tu amiguito?
-Vale, vale perdona, no sabía que los ángeles fueran tan bordes y amargados.
Suspirando, hizo un movimiento con su mano y la tabla comenzó a deslizarse hacia el portal. Eva se levantó deprisa y observó cómo su amigo desaparecía poco a poco.
-No te quedes ahí, no creo que quieras dejar solo al chaval - dijo Dom atravesando también el portal.
La joven vaciló un momento antes de seguir a ambos chicos. La luz a su alrededor se volvió tan intensa que la obligó a cerrar los ojos. Sintió su cuerpo como si girara sin parar, las náuseas no tardaron en aparecer y provocar que Eva quisiera echar el poco zumo que había bebido. Estuvo con esa sensación un par de minutos hasta que de repente todo cesó. Solo en ese momento se atrevió a abrir los ojos, pero lo que vio la dejó completamente sin aliento. Se encontraba en plena caída libre y se acercaba deprisa y peligrosamente al suelo. El pánico se convirtió en un grito salido de lo más profundo de su garganta. A escasos metros del suelo llevó sus manos para taparse los ojos y esperó el golpe que nunca llegó, sin embargo algo la tenía envuelta, sosteniendola.
-Menudos pulmones tienes - comentó gracioso una voz familiar. -Creo que te han oído a varios kilómetros a la redonda.
La chica apartó sus manos y se encontró con su mirada fija en la de él, al mismo tiempo, se percató de lo que la había salvado de estrellarse contra el suelo y aquello que la rodeaban no era otra cosa que los brazos del joven. Algo dentro de ella no quería romper aquella conexión pero se forzó a mirar para otro lado.
-Entonces, ¿ya hemos llegado? - preguntó nerviosa.
-No a donde deberíamos - respondió mirando hacia arriba, desde donde habían caído.
-Oye, oye, ¿y Rodrigo? No le veo - volvió a preguntar nerviosa.
Antes de que Dominic pudiera responder un crujido en un árbol cercano llamó la atención de los dos. Desde la copa se escuchó un segundo ruido y acto seguido un rama se partió cayendo al suelo junto con Rodrigo, el cual aterrizó sobre su trasero. El chico, confuso, se tocó la parte dolorida y después alzó la mirada hacia ellos.
-¡Eva! ¡Aléjate de esa cosa, es peligrosa! - exclamó mientras trataba de levantarse para ir con su amiga.
-Al parecer, alguien quiere otro puñetazo - contestó el rubio mirándole fijamente.
La chica, aun sonrojada, se bajó de los brazos del ángel para ir corriendo con su amigo.
-Me habías preocupado, memo. No te veía por ningún lado - dijo al mismo tiempo que le daba una colleja a su amigo, a lo cual se percibió una pequeña risita por parte de Dom.
-Estoy bien, creo. Pero, ¿se puede saber dónde estamos?
Ambos chicos dirigieron sus miradas hacia el otro chico, el cual miraba a su alrededor tratando de buscarle sentido a aquella situación.

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Keyla abrió los ojos lentamente. Se encontraba tirada en el suelo sobre un montón un trocitos de porcelana rotos, las tazas. Los recuerdos se agolparon en su mente, su misión, Dominic, aquel extraño café... Se maldijo a sí misma por no haberse dado cuenta antes de la trampa en la que había caído de lleno. De un salto se puso en pie y corrió hacia las habitaciones donde se suponía que estaban encerrados su objetivo y su amiga. No había nadie, no había nadie en todo el apartamento.
-¡Mierda! - exclamó enfadada.
Se dirigió a toda velocidad hacia la puerta oscura que se encontraba al final del pasillo, tenía que encontrarlos, no podía fallar y volver ante la Reina con las manos vacías y además engañada y humillada por un ángel. La ira dentro de ella era cada vez mayor, quería...necesitaba venganza. Fue a agarrar el pomo de la puerta cuando una fuerte corriente mágica la lanzó hacia atrás. Gracias a su equilibrio consiguió mantenerse de pie y recomponerse rápidamente. Volvió entonces a mirar hacia la puerta. Una marca brillante había aparecido sobre ella.
-Estoy hasta las narices de este tío y sus truquitos... - suspiró Keyla.
Agarró entonces uno de los pequeños cuchillos negros y extremadamente afilados que siempre llevaba en su cinturón. Concentró toda su furia e imaginó la cara del joven rubio sobre aquel símbolo. Apretó los dientes y lanzó el cuchillo. El arma iba a una velocidad impresionante y con tal fuerza que cuando alcanzó su objetivo, lo traspasó y dejó un gran agujero a su paso, para después clavarse en la columna de hormigón que se encontraba al otro lado. Todo permaneció en silencio hasta que la puerta se abrió con un sonoro chirrido.
Al llegar a la calle hizo aparecer a su fiel sombra para que le llevara a la ubicación de sus objetivos sin perder más tiempo.
-Encuentralos. ¡Ya!
Pocos segundos después corrió tras el rastro oscuro por el descampado y cuando levantó la vista, pudo percibir un brillo azulado acompañado de una sensación nada agradable.
-Mierda...- susurró para sí misma.

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También os recuerdo que esta historia no es solo mía, es un trabajo a medias con marikilla26.

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Nos vemos en el siguiente capítulo :)

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