Capítulo 23

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~Claudia~

Me quedo junto a la puerta, el frio entumece mi cuerpo, pero no voy a desnudarme frente a él. Aun no estoy a ese nivel de locura, sin importar lo que pueda pensar Ise.

―¿Segura que no la quieres? ―pregunta señalando una pequeña playera que nos han ofrecido con los manteles.

―No. No debe tardar Ise ―contesto intentando sonar segura. Necesito distraerme o voy a volverme loca, además de mirarlo como boba―. Cuéntame algo ―pido sin pensar que el Siwon a quien regularmente ordeno calle.

―¿Sobre qué? ―Pasa un mantel por su cabeza y aprovecho parar ver su abdomen. ¿Es posible que los trajes oculten tanto? Jamás habría imaginado que tendría ese cuerpo.

Lo que me hace tener una idea. Creo que es la oportunidad de ponerlo a prueba, sobre todo lo que soltó de ayudarme con Daniel.

―Mmm... ¿Cómo es que son hermanos? Yo nunca escuche sobre eso, ni siquiera tienen el mismo apellido. ―Él me mira, encogiéndose de hombros.

―Quizás es porque somos medios hermanos y nuestros padres son diferentes. ―Pongo los ojos en blanco, como que eso no me dice mucho. Sonríe―. No hay mucho misterio ―continua, por lo que me mantengo en silencio―. Es como todas las historias. Nuestra madre, conoció a su padre, se enamoraron y nació Daniel.

―¿Él es mayor? Pensé que eras más viejo.

―Graciosa... ―murmura, pero no hay molestia en su cara, lo que me hace sonreír.

―Así que...

―Unos años después, ella se separó del padre de Daniel y se casó con el mío.

―¿Cuantos años tenía Daniel?

―7.

―¡Era solo un niño! ―exclamo sorprendida y arrepintiéndome ante su expresión―. Me refiero a...

―Lo sé ―asiente con expresión ausente―, pero así son las cosas. Ellos se separaron y su padre y él se mudaron a América. Por eso es por lo que no crecimos juntos.

―¿Tu madre solo dejó que se lo llevara?

―Si.

―Eso es...

―Cruel ―anticipa mis palabras―. No tienes que recordármelo. ―Es la primera vez que veo esa expresión en su cara y aunque siento pena por Daniel, sé que Siwon no tiene la culpa de nada.

Debería estar disfrutando de verlo así, pero... no es el caso.

―Mis tías se separaron cuando mi primera era una niña ―me encuentro diciendo sin querer―. Yo le pregunte si le dolía, pero ella dijo que prefería verlos separados y felices, que atormentados.

―Buenas palabras.

―A pesar de que no crecieron juntos, se llevan bien y son cercanos, ¿cierto? ―Lo había notado, pero pensé que era solo camarería entre compañeros de trabajo o quizás amigos.

Creo que ahora entiendo esa sugerencia de Ise sobre llevar las cosas bien con Siwon. Si termináramos juntos, tendría que verlo y seria incomodo si nos siguiéramos llevando como perros y gatos.

―Si. ―Un par de golpes en la puerta se escuchan. Rápido abro y veo a mi amiga.

―¡Llegue! ―canturrea con un par de trajes en la mano―. ¡Siwon! ―saluda mirándolo con interés, sin disimular y no es que a él le importe que se lo coma con la mirada. ¡Zorro!

Enamorando al EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora