Mi carta de despedida.

18 0 0
                                    


Ha pasado un año desde que te fuiste de mi vida, y admitir que ha sido más difícil de lo que esperaba o suponía lo hace aún peor.
Apesar de que ya he escrito todo, otras tantas cosas te las he dicho, y unas más simplemente quedaron en mi mente hasta perderse tanto que ahora me son imposibles de recordar, siento que me debo esto.

Siempre he creído que es necesario decir adiós cuando estás listo para hacerlo, y hoy por fin me siento lista, pasan los días e incluso semanas sin que revise tu perfil en Instagram para saber si has posteado alguna foto nueva, los días especiales se han perdido tanto que ni siquiera noto cuando es 16, y si no fuera porque hay un recordatorio en mi calendario seguro tampoco podría recordar los días 13, y aunque aún pienso en ti todos los días, a veces extrañandote y otras veces te odio un poquito, pero sólo un poquito; parte de aprender a esperarte y dejarte ir por completo es ver las cosas que quizá no estaban tan bien pero no fui capaz de darme cuenta en el momento en que ocurrieron, y de ahí es donde quiero partir con esta carta de despedida para ti.

Siendo honesta conmigo, desde un principio imaginé cosas, cosas que no estaban ahí, lo supe en nuestra primera cita, cuando fuimos al cine; pero tu no eras como los otros chicos, aunque yo haya sido coqueta contigo no lo notaste, al final de la cita me di cuenta que no me gustabas y para empezar, esa ni siquiera fue una cita, pero entonces vino esa jodida fiesta, y me besaste y fue el maldito mejor beso de mi vida, entonces asumí que había algo, que eras tu él chico al que quería besar el resto de mi vida.
Hubo más fiestas y más citas, todas parecían mejor que la anterior, hasta que nuestras noches juntos llegaron.
Pero íbamos muy rápido, estábamos por estrellarnos y nuestras bolsas de aire nunca abrieron.
Tuvimos mal sexo, tan malo que no sentí nada, fue ahí cuando mis primeras dudas comenzaron, comencé a ser infeliz pero no lo sabía, porque ya estaba celosa de tus amiga/os y de la vida que aún tu podías llevar con los que en algún momento habían sido nuestros amigos, de que aún hablaras con tu ex, la ex, la chica por la cual creía que aún sentías algo.
Y también está ese día en el gotcha, cuando habíamos peleado sin razón pero tu recordaste tu promesa de siempre llevar limones para mi, y te presenté a mi mamá, debí escuchar su advertencia cuando dijo que no le agradabas porque a ella todo el mundo le agrada.
Tenía miedo, esos largos pero tan breves 3 meses tuve miedo, no hubo un día en que no pensará en dejarte, porque sabía que ibas a romper mi corazón, y yo no necesitaba estar rota de nuevo, no podía sumergirme de nuevo en ese abismo al que me arrastró tras romper con alguien, pero ya estaba ahí, antes de siquiera notarlo.
Y el tiempo ha pasado, más rápido de lo que creí, puedo decir que los primeros 4 meses fueron terribles, te esperaba, te esperaba todos los malditos días, hacía cosas para que tu supieras que aún pensaba en ti, veía tus historias en Instagram y whatsapp como si tuvieran algún secreto que revelarme, como esa vez que subiste un vídeo y usabas nuestra pulsera, un par de días después fui a tu trabajo, y efectivamente la tenías pero cuando me viste subiste y te la quitaste, como si fuera nada, no sé si alguna vez volviste a usarla o solamente la desechaste, pero al menos ese día, sentí que había esperanza para nosotros, pero sólo lo imaginé.
El tiempo siguió, comencé a salir con personas nuevas, ir a lugares que compartí contigo ahora con alguien más, y apesar de todos mis intentos fallidos por borrarte de mi vida, cada canción siempre me hablaba de ti, cada cerveza, tequila y mezcal eran en tu nombre aunque solo yo lo supiera, aunque todos fueran ajenos a lo que sentía y pasaba por mi mente en cada trago.

Al final, comenzaron a llegar  nuestros aniversarios, nuestra primer salida juntos, el primer beso, el primer Gran beso, primera cita, primeras veces en todo, y con ello nuestras últimas veces, como un año de la última vez que te bese.

¿Recuerdas ese día?
Siendo honesta, voy a decirte la verdad porque nunca vas a leerla.
Ese día fue de los más difíciles para mi, porque no podía parar de llorar, y sentía que algo hacía mal contigo, así que decidí verte, sé que ya habíamos acordado que ese día no nos veríamos, pero te necesitaba, quería verte ese día, los sábados eran nuestros y no quería renunciar a otro.
Aunque esto es verdad, no lo es todo, sino que la fiesta que habría ese día, eso es todo.
Mis amigos asistirían y no quería que te vieran en esa fiesta sin mi, yo había dicho que no irías y no quería parecer una idiota, tu no me pediste que te acompañara, no lo intentaste siquiera, aunque no fuera. No lo intentaste.
Así que estuve contigo para que no fueras, esa es la maldita verdad.
Fue un gran día apesar de todo, un gran último día, me subiste a mi uber, me besaste y dijiste que me querías, asi que todo estaba bien.

Pero llegó el día en que las cosas se pusieron raras, justo después de cumplír dos meses, todo estaba mal y no hiciste más que culparme por llorar ese día, y no tienes ni la menor idea de por cuanto tiempo me arrepentí, me arrepentí tanto de buscar consuelo en ti, pero en algún momento comprendí que no era mi culpa, sino tuya, porque si eras mi novio, mi persona, no debió importarte que ese día te necesitará.
Y me pediste espacio, querías estar sólo, y lloré, llore como nunca, porque no podía estar de nuevo ahí.
Y terminamos tan sólo una semana después.

Eso fue todo.
Algunos mensajes de texto repletos de lastima que jamas obtuvieron una respuesta, y listo, fue todo lo que obtuvimos, apesar de haber soñado toda una vida juntos.

Ha pasado tanto desde la última vez que te vi, la última vez que te escribí, desde que supe que eras un idiota, y no hay duda que no merecías ni por instante esas lágrimas ni todos estos textos, porque jamás secaste mis lágrimas, ni podrás leer todo lo que escribí para ti, sin embargo, hay días en que aún te espero, que deseo que vuelvas a mi vida, porque te ame, te ame aun cuando rompiste mi corazón sin razón alguna, te ame después de que te fuiste, y sigo haciéndolo un año después.

Otras cosas siguieron pasando como cuando en algún punto de este largo año, cada vez que te recordaba en mi cabeza siempre sonaba "The one that go away" de Katy Perry, una y otra vez, y la sentía en lo más profundo de mis huesos, siempre me gustó pensar que en otra vida, en otra dimensión, tu y yo podremos estar juntos, aún creo que somos él uno para el otro, pero aquí no, no hoy.

Es lo que sucede con las causas perdidas, y tristemente nosotros nos convertimos en una, en un abrir y cerrar de ojos tomamos caminos diferentes, preferí hacerme creer que tu no eras el hombre de mi vida, que claramente no iba a ser felíz estando contigo, pero la verdad es que te habría amado siempre.

Así es como termina esto, tu aún eres ajeno a que escribo sobre ti, solamente que está es la última vez, ha pasado un año y no puedo seguir.
Y yo bueno, sigo haciendo lo mío, no puedo detenerme más, no puedo esperarte más, sé que nunca vas a volver, ni vas mirarme con esos ojos tan bellos que me hicieron sentir especial, o a besarme como esa madruga del 20 de enero, no habrá más chispas ni fuegos artificiales o salidas al cine después del trabajo, todo acabo hace un año.

Y te perdono, te perdono por romperme el corazón.

"Ed, te voy a contar en esta carta la verdad de porque sucedió, y la maldita verdad es que te quise demasiado"
  - Y por eso rompimos, Daniel Handler.

ESTO NO ES UN LIBRO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora