Capítulo 6:

2.5K 260 94
                                    

CAPÍTULO 6:

– ¡¿Cómo que niña?! Vas a ver moco...

– ¡Deidara! – la voz autoritaria de Kushina detuvo al joven omega.

– Esa niña da miedo... – Sasuke se había vuelto a esconder tras Itachi cuando los ojos de muerte de Deidara se posaron en él.

¿Si mataba a ese niño la pena en Konoha sería demasiado alta? – se preguntaba mentalmente el rubio.

Entre risas, Naruto se separó de su encabronado hermano mayor para pararse junto a Sasuke, a quien extendió su mano y con una amplia sonrisa dijo:

– Soy Naruto Uzumaki, Dei–niichan no es una niña...aunque lo parezca... – eso ultimo lo susurró, pero Deidara si lo había escuchado, notándose esto en la vena roja que sobresalía de su sien – es un niño omega, como yo, así que llevémonos bien ¿sí? – su mirada se intercambió entre su hermano, Sasuke y el hermano de este. Aquel azul que relucía con tanta inocencia y pureza hizo que la tensión se redujese y fue la siguiente acción del mini–Uchiha la que hizo que el pesado ambiente casi desapareciera.

Sasuke, en un acto inesperado se separó de su hermano y tomó la mano de Naruto. La timidez había desaparecido por completo de su pequeño cuerpecito. Como si algo se hubiese encendido en él.

– ¡desde hoy serás mi mejor amigo! – declaró y sin siquiera mirar a Itachi se llevó a Naruto lejos de todos.

Kushina estaba que chillaba de la emoción, al igual que su amiga. Puede que no fuese una declaración de amor, pero solo eran niños y ese era un gran paso. Y Minato... Minato sufría en silencio viendo como su bebe se iba con el otro niño lejos de él. Al menos aún le quedaba Deidara.

El mayor de los hermanos Uzumaki quedó en shock mientras su hermano era alejado de su lado por el "Mini–Demonio Azabache" y cuando estuvo a punto de ir en "rescate" de su lindo hermanito fue detenido por la pálida mano de Mikoto Uchiha.

– seguro que ellos estarán bien, así que porqué ustedes dos no van afuera a pasar un rato juntos – ahí estaba, era el mismo tono que usaba su madre cuando les pedía (mejor dicho, ordenaba) que hicieran algo – Ita–kun, lo mismo va para ti – agregó cuando notó que el azabache intentaba escaparse para seguir a los infantes.

– pero, madre... – intentó protestar el mayor.

– ¿si? – aquella sonrisa dulce ocultaba una amenaza más amplia que, a diferencia de Deidara, Itachi si pudo distinguir.

– Nada... – su mirada se dirigió hacia Deidara y con un movimiento de cabeza le pidió que lo siguiera.

El Uzumaki miró a sus padres, buscando cualquier excusa milagrosa que lo salvara, pero no. Kushina lo miraba con los pulgares en alto, animándolo a seguir al otro niño y su padre...su padre le haría caso a su madre dejándolo completamente solo. Se sintió traicionado cuando Minato le dio esa mirada de disculpa.

De mala gana, se vio obligado a seguir al tal Itachi hacia el exterior.

No pensó que el jardín fuese tan grande, pues desde la parte delantera no se distinguía, pero Dei pensaba que era al menos el doble de amplio que la propia casa. Como era un día soleado, los rayos de sol rebotaban en el césped dándole un aspecto mágico solo aumentado por los árboles y flores del lugar, era un sitio hermoso.

– ¿Qué es lo que quieres hacer? – toda la magia se fue al recordar que "el demonio mayor" estaba tras él.

Deidara pasó olímpicamente del azabache y se sentó bajo la sombra de uno de los grandes árboles que había allí. Se quitó la mochila y comenzó a revisarla, sacando algunos trozos de arcilla para empezar a modelarlos. Si iba a estar atrapado allí al menos haría algo productivo.

Cita de JuegosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora