Capítulo 2:

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CAPÍTULO 2:

Fugaku era un hombre calmado, siempre pensaba en la mejor opción antes de actuar. Gracias a su intelecto había podido superar todos los problemas que, como jefe de su clan, había tenido que lidiar. Aun así nada nunca podía prepararlo para las excentricidades de su esposa.

Siempre supo que Mikoto era especial. Por algo estaba casado con ella – el lazo alfa y omega solo fue una prueba más de su amor por ella – pero algunas veces, su linda Mikoto llevaba las cosas a otro nivel.

A su memoria llegaba aquella vez, con ocho años, tuvo que rescatar a la Uchiha de una manada de gatos embravecidos, solo porque ella había querido ver a los gatitos recién nacidos. U otra, cuando nació Itachi, la mujer intentó convencer al cuarto Hokage, Dan Senju de esculpir en el monte Hokage la cara del recién nacido, porque, según ella, su hijo algún día se convertiría en el quinto Hokage, lo bueno es que pudo disuadirla de esa loca idea, lo malo, es que no evitó que en su cumpleaños número tres le regalara un conjunto en "mini" del traje y el sombrero del Hokage pero con el número cinco.

Y eso solo era lo que llegaba a su memoria en ese instante.

Pero regresando a la actualidad, la mujer estaba yendo de un lado a otro, comandado por si fuera poco a otros Uchihas, para decorar una casa entera – que había estado desocupada por el fallecimiento de su dueño – para que fuera apta para los niños y sus peculiares invitados.

En tiempo record había bordado lienzos completos con espirales azules, según ella, ese era el símbolo del clan. También había recubierto el piso con una especie de espuma para que los más pequeños pudieran andar sin lastimarse, sin mencionar la cantidad de juguetes que estaban metiendo dentro de la casa, todos donados por otros miembros del clan.

- Padre – Itachi se acercó a él mientras sostenía a Sasuke de la mano, aunque el niño parecía más interesado en mirar los peluches que entraban en la casa - ¿es otra de las ideas de mamá?

El muchacho había tenido el día libre luego de su misión en la casa de los gatos, así que decidió cuidar de su hermano más pequeño. Los tres Uchihas se sobresaltaron cuando por un estruendo provocado por unos columpios que estaban siendo instalados en el patio trasero de la casa...

- Si, pero no es nada que no podamos manejar

- ¡nii-san mira! ¡Llevan un tobogán con forma de dragón! – apuntó emocionado el infante al gigantesco tobogán que debía ser cargado por tres hombres del clan.

- es muy bonito – asintió Itachi.

Los ojos de Sasuke brillaban como estrellas ante aquel desfile de cosas divertidas.

- ¡Fu-kun! ¡Ita-kun! ¡Sasu-chan! – Mikoto apareció por fin en el pórtico de la casa y corrió alegremente hacia su familia, para abrazar a su esposo luego besar las frentes de sus hijos.

- - mamá, ¿Por qué llevan tantos juguetes a la casa del viejo Uroshi? – preguntó inocentemente Sasuke.

- ¿quieres venir a ver los juguetes, Sasu? – Preguntó Mikoto y el niño asintió rápidamente – vengan ustedes también, el interior les va a fascinar – agregó con una sonrisa mientras se llevaba a Sasuke de la mano.

En tanto padre e hijo se miraron antes de suspirar, para luego sonreír levemente, solo como ellos sabían hacer antes de seguir a la mujer azabache.

...

Kushina Uzumaki caminaba de un lado al otro, buscando de forma desesperada al pequeño Naruto, al que le había dado por jugar a las escondidas y ahora llevaba media hora desaparecido.

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