Enfermedades ©

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Capitulo Cortísimo... Lo siento el otro sera largo OS juro ^^

Oh mierda, ¿que acababa de decir? Le había dado la ventaja a su enemigo. Ahora se encontraba escogiendo un maldito atuendo para salir con el pelinegro, si antes lo quería lejos, ahora lo quería más ¡lo había besado! Y no le tendía culpa porque el mismo le dijo que le había gustado.

Su cabeza iba a explotar, solamente quería llorar y no volver a verlo.

Pero el ya estaba aquí, justamente ahí... En su puerta... Tocando.

—Lo siento no puedo ir— dijo en voz baja el peliRosa. ChangBin escucho perfectamente, sin importarle nada de la privacidad del menor entró a la habitación.

El menor se encontraba hecho un ovillo entre las sabanas, Seo iba a darle un paro cardiaco por la ternura que emanaba el amor de su vida.

—¿Porque cambiaste de opinión?— Felix se asustó, no se había dado de cuenta que el estaba en la habitación.

—Solo no quiero — su voz estaba mas ronca de lo normal.

—Dame una oportunidad — ChangBin se acerco al menor, sentándose en el borde de la cama.

No dejaba de ver los ojos del menor, nunca tuvo la certeza (en esos momentos) de ver a felix tan de cerca.

—Esas pecas...— susurro.

—¿Que dijiste seo?— felix se acerco a el mayor.

—Esas pecas, te hacen lucir hermoso... Mas de lo que ya eres— ChangBin tomo las mejillas de felix, acercándolo a el con delicadeza.

A punto de besarlo, el australiano rodó la cara recibiendo un beso en la mejilla.

—Porque nos hayamos besado, no significa que vuelva a pasar.

Auch!

—¿Porque estas así?— el corazón de ChangBin se estaba rompiendo nuevamente.

— Tu estas casado, cumple con eso— se levanto de la cama, el mayor ya estaba entendiendo su gran cambio de humor y debía decirle de una vez por todas  o sino jamas iba a poder avanzar. Felix estaba  dispuesto a salir, pero la puerta tenía pestillo.

—¿Buscas la llave?—Changbin sacudió las llaves.

—Damelas— felix se acerco a tomar las llaves.

—No hasta que me dejes explicarte lo que ha pasado — ChangBin levanto las llaves para que el menor no las alcanzara.

—Tienes cinco minutos— sentencio el peliRosa.

—Eso no me alcanza — el pelinegro hizo un adorable mohín — pero lo resumire, Ya no estoy casado Felix— se acerco al menor, automáticamente el retrocedió — Te lo repito fel....-

—Vamonos a donde me quieras llevar antes de que me arrepienta— se acerco a sus zapatos.

—Bueno... Vamos— dijo ChangBin tomando la manita del peliRosa con cuidado, ganado un sonrojo de su parte— se que te va a gustar mucho....